Hubo un punto de inflexión en la relación de Mila Ximénez y Kiko Hernández. Una noche que les cambió para siempre, cuando pasaron de ser solo compañeros a auténticos amigos del alma, y ese instante, por primera vez, ha sido compartido por el ‘chatín’ en su autoentrevista y ha deshecho en lágrimas a la bloguera de Lecturas.
“Por Mila siento adoración. El peor momento que he pasado en el programa fue un Sálvame Deluxe que tocaba entrevistar a Mercedes Milá y ella vino dura”, contaba en su cara a cara consigo mismo. “Dijo que era el peor concursante que había salido de un reality, que no tenía corazón, que no tenía sentimientos. Me dijo de todo. No me podía medir con una presentadora de la cadena, y lo único que quedaba era agachar la cabeza o marcharme del plató, y opté por lo segundo. La única persona que dijo ‘si Kiko abandona, yo también’ se llama Mila”. Aquel gesto, cuando solo llevaban un año trabajando juntos, le ganó. Justo entonces supo que serían algo más que compañeros.
“Ahí me ganó para siempre. Yo he confiado a ella muchísimas cosas y nunca me ha traicionado”, aseguraba. Mientras, en el plató de ‘Sálvame Diario’, Mila lloraba. Necesitaba unas palabras así en una de sus tardes más duras, cuando se había enfrentado a Gustavo y había visto como su ‘amistad’ se hacía añicos.
Mila es uno de los grandes apoyos del inescrutable Kiko, el personaje más misterioso de ‘Sálvame’. Celosísimo de su privacidad, para que alguien acceda a su corazón debe ganárselo realmente. Mila, al igual que Belén Esteban, Marta López, Belén Rodríguez o el propio Jorge Javier, lo han conseguido. Pero no ha sido nada fácil. Eso sí, cuando llegan a su interior, no salen de ahí.