Kate Middleton, tras los pasos de Diana: así ha sido su primer viaje a Gales tras la recuperación del cáncer con salto de protocolo incluido

Kate Middleton (43 años) está volviendo poco a poco a recuperar su agenda real. La princesa de Gales, que reveló hace unas semanas que había terminado su tratamiento para el cáncer y que la enfermedad había remitido completamente, ha asegurado que sus prioridades en la institución han cambiado. Y aunque sigue comprometida con la corona, lo cierto es que seguramente no tendrá tantos eventos. Eso sí, la mujer de Guillermo ha querido hacer su primer viaje a Gales después de confirmar que por fin su salud le ha dado una tregua. 

Siguiendo los pasos de su difunda suegra, la princesa Diana, Kate ha visitado Tŷ Hafan (significa casa refugio en galés), un hospicio para jóvenes cerca de Cardiff que ayuda a brindar atención y apoyo gratuitos a niños y a sus familias con enfermedades que limitan la vida. Ha sido su primer "día fuera" en solitario fuera de Londres y sin duda Middleton ha vuelto a demostrar su lado más humano y divertido. 

Middleton, que llevaba un vestido gris de Zara, ha participado en una sesión de musicoterapia con instrumentos que había donado anteriormente el palacio de Kensington al hospicio, centro cuyo objetivo es asegurarse de que ninguna familia tenga que vivir de malas formas los primeros años de sus hijos. De hecho, la institución les ofrece apoyo durante su vida pero también para los gastos del fallecimiento. 

No pasó mucho tiempo antes de que la princesa se involucrara en la visita. Y es que a Kate le encantan los niños y eso se nota. La madre de George, Charlotte y Louis se ha dirigido directamente hacia los adorables pequeños que estaban usando el área de juegos y tras la sesión musical con los pequeños que padecen enfermedades terminales, Middleton se puso a jugar con ellos e incluso se manchó las manos de pintura roja para dejar un recuerdo permanente de su visita. 

De hecho en ese momento Kate se ha saltado el protocolo. Tiene prohibido firmar cualquier papel o hacer su autógrafo cuando está en un evento social. Y es que tras plasmar su mano en un folio no ha dudado en dejar inmortalizado su nombre. 

No sabemos por qué en este momento sí lo ha hecho, ya que durante la exhibición anual de jardines Chelsea Flower Show una de las niñas que asistieron y estuvieron compartiendo el día con ella le pidió que le firmara un autógrafo en la libreta y ella se negó: "Mi nombre es Catherine. No tengo permiso para escribir mi firma, es una de las reglas", dijo, pero "sí puedo dibujar", le dijo. 

Kate Middleton se mancha las manos durante su visita. 

La princesa ha charlado distendidamente con muchos de los niños pequeños, entre ellos una niña que usa silla de ruedas, que estaba vestida de rosa y que tenía el pelo recogido en coletas para la ocasión. Dirigiéndose a la joven, Kate le ha preguntado: "¿Qué te gusta hacer cuando estás aquí?" antes de que esta le respondiera explicando que disfrutaba la música.

"¿Has tocado alguno de los instrumentos?", ha preguntado Kate seguidamente a la pequeña mientras cogía un sonajero antes de sacudirlo un poco. La niña ha estallado en risas y ha procedido a demostrar su habilidad para tocar la percusión con un xilófono. Además, los medios británicos cuentan que se le ha escuchado hablar de tiempos "difíciles" para las familias mientras hablaba con padres cuyos hijos habían recibido atención del hospicio. 

Los niños, encantados con la visita de la duquesa de Cambridge, se han divertido tanto que le han propuesto que se "quedase a jugar". Un momento en el que Kate ha aprovechado para decir que a sus tres hijos les hubiera encantado esta allí y quedarse junto a ellos un rato más. 

Más tarde ese mismo día, Kate visitó Corgi, una fabrica de textiles especializada en calcetines y prendas de punto. "No es coincidencia que la princesa haya elegido el sur de Gales para emprender dos compromisos en solitario dado su título y amor por el país y su gente", han asegurado fuentes cercanas a Middleton en 'The Daily Mail'.

El viaje de Kate a Gales hoy se produce en medio de una semana ajetreada para la princesa, que vuelve gradualmente a sus obligaciones tras su tratamiento de quimioterapia y la noticia a principios de este mes de que su cáncer está en remisión. El lunes, junto a su marido estuvo un servicio en Londres para conmemorar el Día del Recuerdo del Holocausto, donde se reunió con dos supervivientes a los que había conocido durante un proyecto de fotografía hace cinco años.