La muerte de Bernardo Pantoja ha sumido a su familia en un doloroso duelo. Su hija Anabel, a pesar de que su relación ha estado marcada por grandes altibajos, ha estado a su lado de manera incondicional durante los últimos meses en todos los ingresos hospitalarios a los que se ha tenido que enfrentar debido a sus continuos baches de salud. El hermano de la tonadillera no ha podido superar la enfermedad que padecía desde hace años y su fallecimiento ha supuesto un mazazo muy difícil de digerir.
Isabel, Juan y Agustín Pantoja han mostrado su unión en estos complicados momentos mientras que Junco, viuda de Bernardo, ha acaparado todas las miradas y ha querido hablar ante los medios para aclarar cómo se encuentra tras perder al hombre con el que ha compartido su vida
Bernardo Pantoja y Junco se conocieron hace más de una década en El Rocío pero no fue hasta el 2018 cuando hicieron oficial su relación convirtiéndose en marido y mujer en una boda secreta celebrada en Sevilla. Discreta y tranquila, Junco siempre se ha mantenido en un segundo plano... ¡Hasta ahora! La japonesa ha dado un paso al frente para hablar públicamente sobre el polémico trato que le ha dado su familia política.
"Gracias, no quiero decir nada. Muchísimas gracias por apoyarlo a él", ha manifestado Junco muy emocionada a puertas del tanatorio de Alcalá de Guadaira. La japonesa, abatida por haber perdido a su marido, ha respondido a la pregunta sobre si los Pantoja le han dado el sitio que se merece en este delicado momento personal: "Voy a intentarlo", ha confesado confirmando que se ha sentido un poco "desplazada" por algunos miembros de la familia.
Sin embargo, el momento más polémico de la jornada ha sido el protagonizado por Magdalena, tía de Bernardo, y Merchi. La madre de Anabel Pantoja, cansada de las críticas que la hermana de doña Ana ha vertido sobre su hija, no ha dudado en cantarle las cuarenta en el tanatorio en una escena cargada de tensión en la que no ha dudado en llamarla "sinvergüenza" ante las cámaras tras expulsarla del sepelio.