Tras llevar tres años encerrado en Alhaurín de la de Torre, Julián Muñoz recibió su primer premiso de 64 horas el pasado viernes día 1 de abril. El excalde, lo primero que hizo, fue abrazarse a sus hijas y pedir perdón por sus errores. Con una salud visiblemente mermada, Muñoz encabezaba un fin de semana que no sería tan feliz como uno se habría imaginado…
Sus hijas han calificado de “agridulce” este primer permiso en 3 años. Agridulce, porque, además de saberles a poco los dos días, estos se han visto ensombrecidos por el hecho de tener que volver a la cárcel y de no saber cuándo volverá a salir. “No ha dormido bien, ha comido muy poco y hasta lo hemos tenido que regañar porque ha terminado fumando debido a la ansiedad que le producía su vuelta a la cárcel”, contaba Elia, una de las hijas de Julián a ‘Espejo Público’.
La expareja de Isabel Pantoja ha estado estos días reunido con su familia y con amigos en una finca, donde las cámaras lo captaron andando sin muleta y con más vitalidad. Pero esto lo ha negado tajante su hija, puesto que, asegura que su padre está muy delicado de salud y si en algún momento se lo pudo ver andando sin apoyo, fue porque se había dejado la muleta y después se la llevaron para que él pudiera moverse.
Según el auto del juez, Julián debería abandonar la cárcel el viernes 8, pero el miércoles se reúne la junta de tratamiento y temen que esto signifique pasar más tiempo en prisión. Julián, ante las cámaras, se ha mostrado sin esperanza, abatido y cansado por luchar por un tercer grado que ya está concedido pero que no se ejecuta. Y si no le conceden la semilibertad, lo tiene claro, no va a hacer ninguna campaña sin comer, “sería una forma absurda de poner en riesgo mi vida”, reconoce. “Que hagan lo que quieran. Allá cada uno con su conciencia”.