El nuevo Cámbiame se ha estrenado de la peor -¿mejor?- forma posible. La audiencia se ha quedado pegada a la pantalla, sí, pero no precisamente por las transformaciones ni los estilismo. La sonora bronca entre Natalia y Paloma, la nueva coach del programa, ha hecho que el culebrón Cámbiame se posicione entre lo más seguido. Muchas incógnitas hay en el aire: ¿volverá Natalia? ¿Se ha marchado para siempre? ¿Paloma ha ganado la batalla? Por el momento no tenemos respuestas, pero sí un exclusivón como la copa de un pino: ¡vuelve Juan Avellaneda! ¡Bravo!
Todavía no sabemos qué ha pasado en Cámbiame. El desgaste propio del programa -¿cuántos cambios de estilo pueden hacerse antes de que el público se aburra de la mecánica?- hizo que las cabezas pensantes de la productora decidiesen dar una vuelta de tuerca a lo que estaba pasando. Aprovechando la marcha de Mujeres y hombres y viceversa, se amplió el horario del espacio para hacer que fuese en directo. Todo un reto que vino acompañado de una nueva figura, el jurado, y de incorporaciones entre el equipo de estilistas.
Cristina y Natalia daban la bienvenida a Paloma, el fichaje que iba a ocupar el puesto de Pelayo, ahora ascendido a juez -junto a Fiona Ferrer-. La tensión se notaba desde el primer momento pero, claro, lo achacamos a que el programa era en directo y la presión siempre aparece. Lo que nadie hubiera podido imaginar era que el equilibrio y el buen rollo que solía reinar en plató tenía los minutos contados. Un enfrentamiento entre Paloma y Natalia terminaba con la estilista veterana arrancándose el micrófono y desapareciendo del mapa.
El abandono de Natalia ha puesto en jaque al programa, que ha tenido que reaccionar a velocidad de vértigo. Con todo, no podría haber encontrado mejor solución. Fuentes cercanas a la productora han confirmado a Lecturas que será Juan Avellaneda el encargado de ocupar, por el momento, el puesto de Natalia. Aunque todo apunta a que esta sustitución podría ser más que temporal, dependiendo de la decisión que termine tomando la estilista.
Durante su paso por Cámbiame mientras Cristina Rodríguez grababa Me lo dices o me lo cantas, Avellaneda consiguió hacerse con el cariño del público. No eran pocos los espectadores que pedían que el diseñador se quedase con un puesto fijo en el programa. Su buen hacer, su tranquilidad y la empatía que mostraba con los concursantes fueron méritos más que suficientes para que su nombre sonase como posible incorporación de cara a esta renovación, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho efectivo su regreso.