El productor Josep Maria Mainat y su exmujer, la alemana Ángela Dobrowolski, se han visto las caras hoy en el juzgado de guardia de la Ciutat de la Justícia de Barcelona. El juez de guardia le ha concedido al productor una orden de alejamiento de mil metros de Ángela, que no entrará en prisión provisional, tal y como pedía la fiscalía.

La llegada de Mainat y Dobrowolski estuvo rodeada de una gran expectación mediática. Mainat declaró como testigo, ya que la denuncia no la puso él, sino su hijo, Pol Mainat. Ángela, por su parte, acudió en calidad de imputada por, presuntamente, haber intentado matarlo inyectándole insulina la pasada noche del 22 al 23 de junio. A la salida del juicio, Josep Maria Mainat atendió a los medios.