José Fernando, ingresado en una clínica de rehabilitación en Salamanca

La desesperación de su familia es total

José Fernando ingresado en una clínica de rehabilitación en Salamanca

Ortega Cano está realmente preocupado por su hijo mayor. Desde que José Fernando llegó a Madrid los días han sido una fiesta sucesiva, en los que en lugar de centrarse y curarse de sus adicciones, su estabilidad ha ido a peor. Por eso, el padre habría dispuesto que su hijo fuera ingresado en una clínica de rehabilitación. En Salamanca.

Ortega ahora quiere alejar a su hijo de la capital, donde la oferta nocturna parece casi infinita. Su único deseo es que el joven se recupere y cumpla lo que prometió este verano.

Kike Calleja, en ‘Sálvame’, ha podido saber que el veinteañero, tras pasar un fin de semana con su pareja, Michu, alejados de la casa familiar, ha sido conducido al centro, ubicado en Salamanca. Tras protagonizar un episodio de lo más complicado el viernes, el joven huyó para encontrarse con su chica, que subía a Madrid desde Arcos de la Frontera. El sábado y el domingo lo pasaron juntos, sin pisar la casa de Ortega Cano. Alquilaron un piso para esos dos días, y han estado entrando y saliendo sin rendir cuentas a nadie.

Tras despedirse de Michu, como informa el periodista, el joven se encaminó a su casa y allí acató la decisión paterna. Cumpliría la promesa que había hecho semanas atrás.

El plan inicial pasaba por que Josefer continuara con su tratamiento médico en Madrid, que fuera cada día a trabajar como un empleado más de uno de los concesionarios de Ortega, y que visitara al doctor cada semana, que llevaría control de su evolución. Pero nada de esto se ha cumplido. El hermano de Gloria ha llevado una vida aún más disoluta de la que mantenía en Arcos. Su llegada a la capital, lejos de venirle bien, ha terminado pasándole factura.

Ahora esperan que su ingreso total, como tuvo en Albacete, sea lo que necesita para acabar de una vez por todas con esas adicciones que le están separando de la realidad y que tanto daño hacen de su familia.

Mientras, el diestro continúa luchando por que la ley consiga incapacitar a su hijo.