Jordi González: "No estoy muy bien"

El presentador se enfrentó a un complicado reto profesional tras haber sido intervenido recientemente

Jordi González hacía bromas sobre la apariencia rojiza de su ojo antes de entrar al plató de GH VIP. Había sido operado hacía escasísimos días de un desprendimiento de retina en su ojo derecho, que mermó su visión hasta el 5%, pero anoche se volvió a poner al mando del reality, aunque confesó no estar muy bien.

El periodista, tras salir de maquillaje, lanzaba un mensaje de gratitud a través del blog ‘Que no salga de aquí’. Se sentía profundamente abrumado por las muestras de cariño que había recibido desde que anunció horas atrás su operación de urgencia en redes sociales. “No quería ir a plató sin daros las gracias por todo el cariño y el afecto que he venido recibiendo desde que he publicado que me han intervenido”, empezaba diciendo. “No estoy muy bien, pero sí quiero hacer el programa de esta noche, por lo que a ver si sobrevivo a tanta luz y a tanto concursante”. Efectivamente, uno de los mayores problemas a los que se enfrentaba era lidiar con los focos, tan necesarios para que las cámaras capten todo con mejor nitidez, pero tan cegadores cuando uno no tiene la visión al 100% del rendimiento.

Al final, González acabó el programa como el gran profesional que es, aunque su ojo parecía enrojecerse según iban pasando los minutos. Una estupenda muestra de lo comprometido que está con su trabajo.

Y eso que no fue una noche fácil. Volver a recibir a Aída Nizar en plató, lidiar con su energía desbordante y el ‘Expediente Excremento’, no fueron tareas sencillas. Para colmo, el presentador tuvo un pequeño roce con el marido de Irma Soriano. González aseguro que este estuvo a punto de pedir a su pareja que abandonara el programa, cosa que él negó, “yo no he dicho eso”, “perdóname, Mariano, mírame a los ojos: estás mintiendo”, concluyó el presentador. “Cuando el equipo de este programa me dice que tú has ido a Guadalix a pedirle a Irma que abandone, yo no tengo la mínima duda de que mis compañeros están diciéndome la verdad”, argumentaba el recién operado.