Jordi González ha querido mostrarse abierto sobre el susto médico que le sobrevino el pasado viernes, solo un día después de haber estado en el plató de GH VIP presentando la gala y recibiendo a la última expulsada del concurso, Ivonne Reyes.
“El viernes fui operado de urgencia por desprendimiento de retina. La visión de mi ojo derecho era de sólo un 5%”, cuenta el comunicador. De no haber sido intervenido a tiempo, puede que, a estas alturas, hubiese perdido toda la visión en el ojo afectado, pero, afortunadamente, dio con la doctora Marta Figueroa, que ha conseguido que “tras dos horitas largas” en quirófano su vista vuelva a ser la que era.
El presentador, que siempre es muy discreto en lo que se refiere a temas personales, ha confesado haber estado hospitalizado nada menos que cinco días en la clínica Vissum de Madrid, pero ya ha sido dado de alta. Justo a tiempo para la gala de esta noche. Como él cuenta, en cuestión de horas pasará de estar ingresado a estar recorriendo los pasillos de Mediaset “tan dicharachero como siempre". "No me lo creo ni yo”, apostilla.
7 días no podrían haber dado más de sí. 7 días que pudieron cambiar su vida para siempre. Un mal susto que ya ha quedado en el olvido y, ante él, una noche que encara con muchísima ilusión. Ahora sí que no podría ver su futuro de la manera más nítida.