“¿Puedo tocar el Picasso con el dedo?”, Susi Caramelo visitaba a Joaquín Torres (52 años) en su espectacular domicilio, localizado en el centro de Madrid y la reportera de ‘Cuentos Chinos’ no salía de su asombro. “Me gusta que se vean todas las obras de arte, que se vea el lujo; no como nuestras madres que se compraban joyas y luego las escondían en el cajón”. El ‘arquitecto de los famosos’ abría el domicilio en el que vive junto a su marido Raúl Prieto (47 años); y le mostraba los rincones más especiales y con más anécdotas del mismo.
El cuadro de Picasso, por ejemplo, había sido regalo de sus padres y no, no se podía tocar con el dedo. Ni con el dedo ni con nada, porque solo la pieza “vale más que toda la casa”, le explico Joaquín Torres.
Caramelo, con su mochila de repartidora de ‘Susi a domicilio’, no salía de su asombro. Cuando atravesaron la casa hasta llegar al salón principal, a la entrevistadora aquello le parecía “una casa de muebles”; por la cantidad de piezas que se distribuían en el ese espacio. Joaquín Torres le explicó que tuvo que hacer auténticos malababarismos para encajar las piezas preferidas de su anterior casa, que medía 1.800 metros cuadrados, a este piso localizado en una de las zonas ‘nobles’ de la capital.
Juntos recorrieron el salón, la cocina, el dormitorio principal y también el comedor, donde descansa una mesa que, originariamente, había sido diseñada para Cristiano Ronaldo pero que finalmente no quiso porque “la quería 10 centímetros más grande”. Así que acabó en la casa de Torres.
La romántica boda de Joaquín Torres y Raúl Prieto
Hace unos meses, Joaquín Torres, con la anilla de un llavero y en un arranque romántico, le hizo la gran pregunta al amor de su vida, Raúl Prieto: “¿Quieres casarte conmigo?”. Por supuesto que la respuesta fue afirmativa. La pareja lo ideó todo para hacer una celebración por todo lo alto en la que no faltó el glamour y los rostros conocidos.
Este 2023 está siendo crucial para ambos. Rául Prieto ha dejado Mediaset, tras años vinculado al grupo audiovisual, y Joaquín Torres, tras trasladar su despacho de arquitectura del castizo San Bernardo a Goya, se encuentra entusiasmado con todas las oportunidades que están saliendo.
Mientras la vida planea nuevos derroteros para ellos, Raúl y Joaquín disfrutan de la espectacularidad del hogar que han construido juntos. Hoy destapamos los rincones más especiales de una casa genuinamente única.