Unidos ante el dolor, así está la familia de Jesulín de Ubrique después de hacer frente a la inesperada muerte de uno de los miembros de la familia Bazán. Pedro, el único hijo de Laly Bazán, fallecía a los 55 años tras sufrir una serie de complicaciones derivadas de una intervención quirúrgica por la que llevaba unas semanas ingresado en el hospital.
Tras el último adiós el pasado domingo 21 de junio en el sanatorio de Villamarín de Cádiz, hasta donde se desplazaron todos sus seres queridos, el torero retomaba su vida y reaparecía este jueves a las puertas de Ambiciones donde se encuentra desde entonces y es que no ve el momento de conseguir vender esa residencia cuanto antes. Con gesto serio y desinfectándose las manos con gel hidroalcohólico antes de coger el coche, el torero abandonaba la finca en solitario para llevar a cabo una serie de gestiones.
Laly siempre ha sido la tía más polémica de Jesulín, sin embargo, les une un cariño incondicional y es que a la hermana de Carmen Bazán nunca le ha temblado el pulso para defender con uñas y dientes a todos los miembros de su familia, que ahora vive uno de sus peores momentos.
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Alejado de los focos
Desde hace varios meses, el diestro ha preferido dar un paso atrás y centrarse en el bienestar de su familia lejos de la televisión. Mientras que María José Campanario vive a caballo entre Barcelona y Cádiz por motivos de trabajo, Jesús está inmerso en varios proyectos. Fue en el programa ‘Mano a mano’ del canal autonómico Castilla-La Mancha donde habló abiertamente de cómo quiere enfocar su vida a partir de ahora.