Sin lugar a dudas fue un tema de lo más polémico y que dio mucho que hablar. Las jugadoras de la Selección Española de Fútbol ganaron el Mundial pero, desgraciadamente, hubo un hecho que le restó importancia a la hazaña, al menos televisivamente hablando porque ya han pasado a la historia. Se trata del beso no consentido que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol de aquel entonces, Luis Rubiales, le propinó a la futbolista Jenni Hermoso.
Han sido varias las versiones que han salido del caso, tras las distintas ruedas de prensa que el presidente realizó antes de su dimisión. Sin embargo, desde el círculo más cercano a la jugadora se daba una versión totalmente distinta. No obstante, las palabras de la jugadora no habían visto la luz, más allá de un comunicado en el que declaraba haber sido un beso no consentido tras las palabras del otro protagonista.
Jenni Hermoso se siente coaccionada por Rubiales en el vestuario
Desde el programa Código 10 han ofrecido en exclusiva la declaración al completo que la futbolista realizó ante la Fiscalía revelando importantes detalles. Además de contar su versión de los hechos desde un principio contando toda la verdad del tema, también se han filtrado las coacciones a las que fue sometida la jugadora tras el revuelo mediático que se había creado en torno a este aspecto.
Hermoso confiesa empezar a ser consciente del alcance y de la gravedad del asunto en el vestuario al hablarlo con sus compañeras. “Cuando me sacan yo ya sé que me va a decir algo sobre ese beso. Yo salí pensando que me iba a soltar alguna de lo que quisiera, para quitarle fuerza a ese asunto. Yo empecé a sentirme un poco incómoda y viendo que algo más grave estaba pasando, que lo que había sucedido no era algo muy normal y no había sido normal en ningún momento. Fui consciente ahí en esa celebración”, declara.
La segunda coacción a Jenni Hermoso
Sin embargo, en la celebración del vestuario no fue la única vez que trataron de hablar con la futbolista sobre este tema. Mientras todas continuaban con la celebración en el vestuario, Jenni relata lo que allí sucedió. “Para el autobús y se hace un silencio mortal, me dicen que baje rápido desde delante del autobús y yo ahí dije ‘¿por?’ Iba a coger las maletas pero me dijeron ‘baja baja’. Me enseñaron un escrito que yo no dije ninguna palabra de ese escrito, tenemos que quitarle hierro al asunto y yo dije ‘haced lo que queráis’”, cuenta.
Al ser preguntada por la fiscal por el contenido de dicho escrito la jugadora no lo recuerda con exactitud. “No recuerdo bien lo que ponía. Que en el momento de la euforia y de la alegría no tenía mayor consecuencia. No escribí ni una sola palabra. Yo dije ‘no tengo por qué hacer esto, haced lo que queráis’. Me estaba sintiendo que estaba siendo obligada a hacer algo. Me sentí coaccionada”, manifiesta.
“Al final pienso que ellos son trabajadores y tenían que hacer eso. Él no vino a decirme que tenía que poner ese comunicado. Él sabía que ya algo estaba mal porque no tendría que decirme ‘ayúdame’. Hay que hacerlo porque se está formando mucho jaleo. Yo dije que no, pero míralo, lo mandamos a la prensa para calmar todo. Yo dije ‘haced lo que queráis’”, concluye sobre la forma en que se sintió acorralada.
Tercera coacción a Jenni Hermoso
El tercer momento que la futbolista declara haberse sentido coaccionada es en el avión de regreso a España, unas 20 horas de duración del vuelo de Sídney a Madrid con escala en Doha. “Ya estamos en el avión. estábamos en business. Ellos estaban delante de nosotros y estaban reunidos con su jefe de prensa, su grupo de trabajo. Y allí vimos que algo no les estaba yendo bien. Yo recuerdo que fui al baño y estaba hablando con alguno de ellos y me dijo: ‘¿puedes venir?’”, preguntaba para tratar de calmar el asunto convenciéndola.
“En ese momento me dijo: ‘la que se está formando por el beso, me tienes que ayudar, tenemos que hacer un video cuando paremos en Doha’” explica. “Ahí me puse hasta nerviosa, me puse muy incómoda. Me dijo ‘he hecho muchas cosas por el fútbol femenino, yo soy muy buena persona y tú también así que creo que si eres buena persona, me tienes que ayudar’”, cuenta sobre la forma en que trataron de conseguir que participase de todo ese vídeo.
“Yo le dije que no tenía que salir en ese vídeo porque yo no había hecho nada. Me dijo ‘tienes que ayudarme, tienes que hacerlo por mis dos hijas que están ahí detrás en el avión’. Me dijo que iban a hablar con mi hermano y le dije que no tenían que hablar con nadie. Ahí yo ya me senté y ya nadie se acercó a mí ni me miraba”, confiesa. Jenni expresa que “no me estaba sintiendo respetada en ningún sentido, ni en el momento que pasó ni después en lo que estaba viviendo”.
Además, en su declaración expone que tras no conseguir nada por su parte trataron de convencer a sus familiares y más concretamente a su hermano. “Una compañera mía me dice que estuviera atenta porque Vilda estaba intentando dar vueltas en el avión para hablar con mi familia. Se puso a hablar con mi hermano y me dijo mi compañera que ya estaba halando con mi familia y le dije que por qué tenían que hablar con mi familia”, concluye la futbolista.