“Estoy triste y dolida”. Ese podría ser el resumen -muy simplificado- de la situación por la que está pasando Isabel Gemio. La presentadora le dice adiós a catorce años de su vida profesional al frente de Te doy mi palabra, el programa que ha conducido en Onda Cero, y emprende un nuevo rumbo. Uno que todavía no tiene forma pero en el que se encuentran como protagonistas sus dos hijos. La presentadora se refugia en ellos en esta época tan complicada...
La noticia fue un bombazo. Isabel Gemio dejaba el programa de radio que tantos éxitos le había proporcionado en la última década. Y, aunque en un principio lo parecía, no era una decisión propia. La presentadora había pedido cambiar de horario en muchas ocasiones pero, finalmente, la cadena había decidido no renovar su contrato y terminar con estos catorce años de Te doy mi palabra. Claro, la emoción se apoderaba de todo el equipo.
Ahora, Gemio ha concedido una entrevista a Jaleos donde se ha sincerado sobre el momento que está pasando. “Por todas las circunstancias que me rodean, estoy un poquito blanda”, reconoce. “Es que no quiero dramatizar, porque hay que verlo todo en positivo, pero me duele, es triste”. La presentadora asegura que lo que primero va a hacer es “descansar y desconectar”, que lleva mucho tiempo trabajando sin descanso.
“La vida pasa muy rápidamente, es muy veloz, y quizá porque empecé a trabajar muy joven, he trabajado demasiado. Ahora la vida me pone una oportunidad ante mí para ver cómo la aprovecho”. Lo que sí tiene claro es que centrará sus actividades en sus hijos. “Son muy mayor apoyo”, reconoce. “Ellos son mi fuerza, han estado siempre incondicionalmente a mi lado, me siento muy orgullosa de las dos personitas en las que se han convertido”.
La enfermedad de su hijo Gustavo, que padece distrofia muscular de Duchenne, ha marcado su vida. “Cuando descubrí la enfermedad, la vida me cambió radicalmente. Nadie está preparado para que te pase algo así, te deja noqueada. Fue una desesperación. Pero hay que afrontarlo”. Ahora, Gemio prepara dos proyectos muy relacionados con esto. Por una parte, un documental sobre enfermedades minoritarias y, por otra, un libro sobre la historia de su hijo.
“Será duro”, avanza. “Volver a repasar, a recordad tantísimos momentos... Pero creo que puede ser positivo para familias, padres, jóvenes, médicos, que algunos todavía deben mejorar su psicología a la hora de dar ciertos diagnósticos”. Y mientras tanto, irá valorando los proyectos que lleguen a su mesa, que, con su trayectoria, seguro que serán muchos.