Desde hace unos días Kiko Rivera (40 años) tiene un nuevo quebradero de cabeza. Cuando la situación con su madre Isabel Pantoja parece haberse calmado tras aquel famoso temor de la tonadillera porque su hijo pudiera destrozar Cantora, llegó Tamara para ofrecer detalles de su tórrido encuentro con el DJ. Hasta el momento su mujer, Irene Rosales (33 años) había optado por no hacer ninguna declaración al respecto, hasta ahora que ha decidido romper su silencio.
El programa 'Ni que fuéramos shhh' ha sido el encargado de hablar con la persona con la que supuestamente el hermano de Isa Pantoja habría mantenido un encuentro sexual en Huesca. Tamara ha contado con todo lujo de detalles lo que pasó en la habitación de ese hotel, además de mostrar las conversaciones. No obstante, Kiko la habría bloqueado para impedir tener algún contacto con ella que pudiera provocar cualquier reacción en su mujer.
Irene Rosales rompe su silencio tras los rumores de infidelidad de Kiko Rivera
Durante toda la semana se lleva buscando la reacción de la andaluza para conocer si le habría dado importancia a esta situación. De hecho, el mismo día que apareció Tamara en el programa que presenta María Patiño, Rivera llevó a cabo un movimiento muy extraño, ya que no apareció por el directo que cada tarde realiza en su canal de Twitch. Sin duda, un detalle preocupante sobre la posible afectación que pudiera tener.
Por ello, la reacción de Irene era también muy importante para poder conocer el alcance y, sobre todo, la veracidad que le daban a todo ello. Ha sido el mencionado programa el que ha querido llamar de manera telefónica a Rosales que ha querido atenderlos y expresar sus sensaciones. "No me estás molestando, pero no voy a comentar nada. No voy a entrar en nada personal. No te voy a comentar nada. Hace mucho que no entro en nada", expresaba.
De este modo, rompía su silencio pero también informaba de cómo se encontraba tras estos rumores de infidelidad de su marido. "Como podéis ver en mis redes y en mi día a día estoy perfectamente. Estamos muy bien, pero es que no quiero entrar, porque decir algo es dar pie a que hablen de algo que no quiero que hablen", revelaba la que fuera colaboradora de televisión. De esta manera, demostraba mantenerse al margen de todo sin querer entrar en ninguna polémica.
Los movimientos de Kiko Rivera a Irene Rosales tras los rumores de infidelidad
Lo cierto es que durante los más de diez años que llevan de relación no es la primera vez que surgen este tipo de rumores entre ellos. Sin embargo, ellos siempre han mantenido la misma postura. Ninguno de los dos suele pronunciarse al respecto, manteniendo la callada por respuesta y continuando con su vida familiar alejado del foco mediático, siempre que las circunstancias se lo permiten.
En esta ocasión no ha sido menos y han optado por lo mismo. De hecho, Irene ha sido la primera vez que ha hablado sobre esta situación, aunque no haya querido hacer declaraciones sobre el asunto. Por su parte, el hijo de la tonadillera cambió sus rutinas y se ausentó de aquel famoso directo que tanto ha dado que hablar. Sin embargo, eso no quiere decir que les haya afectado de algún modo u otro, si no que quizá prefieren apartarse a que la tormenta se calme.
Los detalles del encuentro entre Kiko Rivera y su presunta amante
El programa 'Ni que fuéramos shhh' fue quien sacó esta información a la luz. Tamara indicaba al mencionado programa tener pruebas de todo y, de hecho, las mostraba para que vieran y comprobasen que no estaba mintiendo. Tamara y Kiko se conocían desde antes incluso que el DJ comenzase su noviazgo con Irene. Por ello, en Huesca se reencontraron y estuvieron hablando de ello, además de solicitar compañía a Tamara porque Kiko no conocía a nadie en la zona.
Tanto fue asi que la supuesta amante compartió los mensajes que se intercambiaron hasta que ella llegó a la habitación del hotel en el que se estaba alojando el hijo de la intérprete de 'Marinero de luces'. En todo momento estuvieron los dos solos y lo que en un principio fue una conversación normal, pasó al tonteo entre ellos y a terminar metidos en un jacuzzi que estaba en el baño de la habitación de Rivera.
Además, Tamara confirmaba que tenía grabado todo porque era consciente que si en algún momento veía la luz no la iban a creer. Por otro lado, también se refería a la mujer de su supuesto amante, ya que quería que supiera toda la verdad de lo que allí había ocurrido para que abriese los ojos de una vez por todas. En cualquier caso, Kiko habría bloqueado de todos los lugares posibles a su supuesta amante para así evitar el contacto con ella.