"Nueva vida, ahora toca cuidarse. Toca pensar en mí", escribía Kiko Rivera en redes sociales durante sus primeros minutos en casa. El Dj era dado de alta este lunes tras 72 horas de ingreso a consecuencia del ictus que sufrió en la madrugada del viernes, el mayor susto de su vida. Afortunadamente, todo ha quedado en un susto y aunque se desconoce si le ha quedado alguna secuela física, las informaciones apuntan a que tendrá que seguir con la recuperación en casa.
Esta misma mañana, Irene Rosales salía de su domicilio para llevar a sus hijas al colegio y a la vuelta daba la última hora del estado de salud de su marido en la que ha sido su primera noche en casa. Mucho más tranquila, nada mejor que estar en casa para recuperar poco a poco la normalidad de su vida, gesto que refleja que todo va por el buen camino. ¡Dale al PLAY!
Estos últimos días han sido muy complicados para Kiko Rivera. Todavía en shock, él mismo admitía que es ahora cuando está siendo consciente de la envergadura de lo que le ha ocurrido: "Aunque voy mejorando no puedo dejar de estar triste. He tenido y tengo mucho tiempo para pensar y mi vida ya no volverá a ser la misma", exponía. Al margen de su estado físico, si hay algo que le está dando energía para seguir adelante, además de todo el cariño que ha recibido en las últimas horas, es poder disfrutar de sus hijos, su mejor medicina.
Kiko Rivera e Irene Rosales, más unidos que nunca
Ya lo adelantó la propia Irene: "Yo me casé en las buenas, las malas y las regulares". A lo largo de estos días, la sevillana no se ha separado del lado de su marido. Aunque visiblemente agotada y preocupada, la joven siempre ha mostrado su mejor cara para no crear nerviosismo e inquietud ni en Kiko ni en todo su entorno. Consciente del papel tan difícil de su mujer, el Dj no dudaba en agradecerle su apoyo públicamente: "No me ha dejado ni un minuto... Todavía le queda que aguantarme espero que muchos años más", escribía con tono jocoso. "El día 20 de octubre volví a a nacer. La vida me ha dado una segunda oportunidad y no pienso desaprovecharla", sentenciaba con ilusión y esperanza.
La vuelta a la rutina de Kiko Rivera pasa por la tranquilidad y parece que, al menos por el momento, ni Isabel Pantoja ni su hermana Isa podrán visitarle hasta que él no se vea con fuerzas de afrontar ese reencuentro que promete estar cargado de emoción.