Fue el pasado 11 de julio cuando después de mucho pensarlo Irene Rosales decidió abandonar su trabajo en televisión. "No puedo más", le confesaba entre lágrimas a Emma García y es que su situación personal sumado a la presión mediática le provocó un estado de ansiedad muy fuerte.
Este fin de semana, cinco meses después de su marcha, Irene Rosales ha regresado a 'Viva la vida' y se ha abierto como nunca con Emma García. Mucho más tranquila, la mujer de Kiko Rivera ha hecho balance de este tiempo lejos de la televisión y no se arrepiente, de hecho asegura que fue la mejor decisión que pudo tomar ya que, a cambio, ha podido disfrutar del máximo tiempo con sus hijas.
Por primera vez, la sevillana ha contado con todo lujo de detalles el por qué tomó esta drástica decisión: "Yo tenía mucha ansiedad, lo estaba pasando muy mal y tenía que parar, necesitaba asimilar todo lo que me había pasado en el último año, la muerte de mis padres y lo ocurrido entre mi marido y su madre", contaba.
Aunque afirma que Kiko no quería que se retirara de la televisión, le apoyó de manera incondicional en su decisión. "Veía que yo no estaba bien y que necesitaba alejarme un tiempo, yo tenía que parar, no estaba bien, hablaba con mi madre cuando estaba sola, continuamente (...) Estaba perdiendo la cabeza". Afortunadamente, ahora se encuentra en un buen momento. Se puso en manos de un profesional y su familia no le soltó la mano ni un momento.
Después de muchas especulaciones parece que esto solo ha sido una toma de contacto y por el momento, la mujer de Kiko Rivera prefiere mantenerse al margen de los medios. "Vuelve cuando quieras", le despedía Emma García con mucho cariño y es que no hay conversación en la que la presentadora no le recuerde todo lo que la echan de menos en el programa.