Tamara Falcó (41 años) ha vivido este jueves uno de los momentos más emocionantes de su vida, y es que ha viajado hasta Bilbao para seguir con el proceso creativo de su vestido (o vestidos) de novia. Ha visitado el taller de Sophie et Voilà junto a su amigo y asesor Juan Avellaneda para avanzar en los preparativos de su gran día. Pero no han estado solos.
Tamara Falcó ha compartido varias imágenes de su paso por la firma, muy emocionada, y luego ha continuado su jornada con un auténtico planazo en Bilbao junto a su prometido (que como manda la tradición no ha estado presente en la elección del vestido de su prometida) y, aquí está la sorpresa, su suegra Carolina Molas.
Aunque en estos días se ha especulado con que Carolina Molas está bastante ajena a los preparativos del enlace de su hijo con la marquesa de Griñón y ella misma ha dejado claro que está al margen de las decisiones más importantes, la madre de Íñigo Onieva ha estado en un momento tan clave como el proceso del vestido de novia de Tamara. De esta forma, ambas mujeres han demostrado que han enterrado el hacha de guerra y que la reconciliación es un hecho.
Ambas, con looks casual y una sonrisa de oreja a oreja como su mejor complemento, han posado mirando a cámara mientras comparten una comida en el restaurante tres estrellas Michelín Azurmendi. En la foto Íñigo felicita a su madre dejando claro que han querido hacer una nueva celebración en familia junto a su prometida y terminar así con todas las especulaciones de mal rollo entre ambas.
No sabemos si ha sido Íñigo Onieva el que ha propiciado este encuentro, que por supuesto ha inmortalizado para el recuerdo y ha compartido en las redes sociales, pero está claro que tanto Tamara Falcó como Carolina Molas han puesto de su parte para hacer feliz al joven, que está muy ilusionado con la idea de pasar por el altar en apenas cuatro meses.
La reconciliación de Tamara Falcó y Carolina Molas es un hecho
Tamara Falcó y Carolina Molas tenían buenísima relación pero tras la ruptura del compromiso por la infidelidad de Íñigo el buen rollo de ambas se rompió. Se dejaron de seguir en las redes y su buena relación estalló por los aires. Molas se volcó con su hijo pero cuando este decidió luchar por su relación con la hija de Isabel Preysler ha intentado estar al margen y su contacto con Tamara no terminaba de ocurrir. Hasta ahora.
Una vez que tuvo lugar la reconciliación, surgió la duda de cómo se tomaría Carolina Molas el hecho de que su hijo y Tamara Falcó hubieran vuelto y cómo retomarían suegra y nuera su relación. Hace unos días, la marquesa de Griñón aseguró que se lleva de maravilla con Carolina y en la imagen que el propio Íñigo ha compartido ha quedado más que claro.