Pasan los días y siguen surgiendo momentos de la boda de Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (34 años). En este caso el protagonismo se lo lleva uno de los amigos del novio que, sin quererlo, incomodó a la novia al recordar la infidelidad de su chico meses atrás, que provocó una crisis y una ruptura en la pareja. Además, el padrino del enlace, Manuel Falcó (59 años), tuvo que intervenir para zanjar la polémica.
Poco a poco se van conociendo cada vez más detalles del que es considerado como uno de los eventos del año. El vestido de la novia, el menú que degustaron los invitados, los incidentes en el Palacio de El Rincón y un largo etcétera de hechos que van saliendo a la luz con el paso de los días. Sin embargo, no teníamos detalles de los discursos que habían tenido lugar en el interior de la finca, donde el pasado sábado 8 de julio culminaron su amor la pareja.
El momento incómodo de Tamara Falcó en su boda
Los novios llevaban muchos meses preparando el evento para que todo saliese a la perfección. Sin embargo, hay cosas que se escapan al alcance de todos y que se dejan a que la improvisación haga de las suyas. El momento de los discursos es algo que los novios no pueden tener en mente, ya que habitualmente los amigos de los protagonistas suelen prepararlo para sorprender. Y precisamente sorpresa fue lo que se llevó la Marquesa de Griñón con uno de los amigos de su marido.
Según indicó Aurelio Manzano en ‘Fiesta’, en mitad de la cena uno de los amigos de Onieva quiso hacer un discurso. “Todo el mundo está cenando y de repente se levanta una persona que nadie conoce, un amigo de Íñigo, que coge el micrófono y empieza a hablar”, comentaba el colaborador. “Empieza a resaltar las virtudes de Íñigo diciendo 'mi amigo es maravilloso', 'nos os creáis lo que habéis visto', 'mi amigo quiere mucho a Tamara'”, expresaba el periodista.
“Después de este amigo se levanta otro, coge el micrófono y va con la misma. Y se levanta un tercero con una carta que le quería leer al novio y que no veía muy bien y fue un momento surrealista que nadie entendía”, explicaba Manzano. En ese preciso instante, la recién estrenada esposa no sabía donde meterse, hasta tal punto que agachó la mirada como síntoma de vergüenza, según ha explicado el colaborador.
El discurso de Íñigo Onieva en su boda
Lejos de apaciguar las aguas, el empresario decidió hacer su propio discurso para justificarse de lo que sus amigos estaban diciendo. “La guinda del pastel fue Íñigo Onieva. Íñigo se levantó y cogió el micrófono, empezó a justificarse y a explicarle a mundo quién era él ‘Soy una buena persona, no va a pasar otra vez lo mismo, sé lo que pensáis de mí’”, alegaba con relación a los comentarios de sus amigos.
“Más que una carta de amor hacia Tamara era coger el micrófono para justificarse ante todos los invitados”, detallaba el colaborador del programa de los fines de semana de Telecinco. De este modo, Íñigo se saltaba el plan que habían elaborado, ya que todo está muy bien medido y cuadrado en el enlace.
Nada más pedirle matrimonio a final del verano pasado se conoció la famosa infidelidad del empresario, que acabaría costándole su relación. Tras descubrir su mentira, la colaboradora de ‘El Hormiguero’ decidió poner fin a su amor. Pero tan solo unos meses después, Onieva obtuvo el perdón de su ya mujer, el cual había trabajado largo y tendido y haciéndose efectivo poco antes de Nochevieja.
Manuel Falcó, obligado a intervenir ante el momento incómodo
Las palabras de Onieva y sus amigos sorprendieron a todos los asistentes, tanto que no estaba previsto que nadie hiciera ningún discurso. De hecho, las amigas de la novia no lo tenían preparado y esto provocó que las palabras que se dijeron en la finca resonasen con más fuerza aún si cabe, ya que no existía nada con lo que compararlo.
Además, el padrino tuvo que intervenir para resolver la situación, aunque se desconoce si fue por recomendación de su hermana, la novia. “El ambiente fue hasta tal punto embarazoso que Manolo cogió el micrófono y su discurso fue felicitando a todos”, indicaba Aurelio Manzano. De esta manera zanjaba todos los comentarios que estaban realizándose en el lugar. “Con las personas que he hablado no se lo tomaron a bien, fue un momento surrealista y, probablemente, ha causado el efecto contrario”, concluía el periodista sobre lo que le habían contado los contactos que tenía dentro de la boda.