Desde que cumplió su mayoría de edad, Victoria Federica no ha parado de acaparar titulares. Como a su hermano, parece costarle los estudios y encantarle los eventos. Esta situación habría llevado a su madre a tenerla que regañar en público en no pocas ocasiones.
Paloma Barrientos desgrana algunas de estas situaciones tan típicas para las madres con hijos adolescentes en casa. A Victoria, que parece ilusionada con el torero Gonzalo Caballero, le gusta salir de fiesta y hace poco caso al reloj cuando está con sus amigos. Normal. Pero su madre no lo entiende. Normal también. El pasado 5 mayo, cuando la joven amadrinó la exhibición de Enganches de la Maestranza, quemó la noche andalusí. Según le describe a la periodista un testigo que vivió la escena, la hija de Juan Carlos estaba muy disgustada con la suya propia por haber regresado al hotel con las claras del día. “Haces lo que quieres. Has llegado a las siete de la mañana y me tienes harta. Esto se va a acabar”, le espetaba mientras bajaban a desayunar. Tal enfado tenía la Duquesa de Lugo, que se le pasó el hambre y cambió de idea, no bajaría a tomar la primera comida del día con su vástago y la amiga de esta ¡se volvía a la habitación! La dos jovencitas desayunaron con las ganas propias de la adolescencia, entre risas y con la promesa que V.F. de que a su madre el enfado “se le pasaría enseguida”. El disgusto a ellas no les quitó el hambre.