Lejos de los veranos en Marivent, la infanta Elena ha aprovechado este pasado domingo 16 de julio para comer en el centro de Madrid. Una salida en la que ha tenido que volver a hacer frente a las preguntas sobre el paradero de su padre, el rey emérito Juan Carlos. Además de su esperado silencio, algo que llevan a rajatabla todos los miembros de la familia real, hay un detalle que ha llamado, y mucho, la atención.
La infanta Elena ha elegido para esta salida de domingo un restaurante muy especial: La barra de la bientirada. Un bar muy conocido para todos los seguidores de ‘La isla de las tentaciones’, ya que se trata de un negocio que Gonzalo Montoya abrió tras su paso por el concurso. Así, la hermana de Felipe VI se ha convertido en una de las clientes de excepción del exconcursante, quien, eso sí, no se encontraba allí.
Una comida en el lugar en el que la infanta Elena no ha estado sola, sino que ha comido acompañada por varios amigos. A su salida, la hermana de Felipe VI ha sido grabada con su mascarilla reglamentaria y gesto serio. Unas imágenes que no podrían ser una mejor publicidad para Gonzalo Montoya, quien seguro que estará agradecido. Esta, además, no es la primera vez qu del exconcursante se relaciona con alguien de la familia, ya que el pasado febrero sorprendió al irse de cena con Victoria Federica. Una mezcla explosiva de la que solo podía salir un buen combinado.
Un hombre de negocios
Montoya ha demostrado en más de una ocasión que es un hombre inquieto en el mundo de los negocios y no ha parado de diversificar sus inversiones. El joven utilizó el dinero que ganó en ‘La isla de las tentaciones’ para abrir un local en uno de los barrios más exclusivos de Madrid. Lo hizo hermanado con uno de los grupos hosteleros fuertes de la capital, Grupo Lalala. Meses después de su apertura, el joven ha demostrado que su bar no podría ir mejor, al recibir la visita de la infanta Elena.