Después de que confesara que no iba a necesitar quimioterapia después de ser diagnosticada de cáncer de mama: "Creo que es el segundo día más feliz de mi vida", la modelo y empresaria se ha tenido que enfrentar a la cara negra de la moneda.
Ella misma ha denunciado como una empresa bilbaína a la que prestaba su imagen rescindía automáticamente su contrato dos días después de hiciese pública su enfermedad. "Es mucho lo que tengo que sacar adelante y con la comida de mi hijo no se juega", declaraba visiblemente enfadada.
"Algunos clientes me abandonan por el hecho de tener cáncer, a pesar de ser ecológicos, veganos y súper feministas. Fue decirles que tenía cáncer de mama y rescindir el contrato".
Una mala experiencia que ha querido compartir con todos sus seguidores aunque ha preferido no ahondar más en el tema y no desvelar el nombre de la marca: "Todavía me deben una factura. Soy una señora y no voy a decir su nombre por no destrozar la reputación de una familia, pese a su falta de humanidad y a pesar de no cumplir absolutamente con nada de lo que vende".
A mediados del mes de octubre la ex miss España anunciaba que estaba luchando contra un cáncer de mama. "Me he pasado la vida cuidando a la gente y ahora me toca cuidarme a mí", aseguraba por aquel entonces. Pero su particular sentido del humor y ganas de seguir adelante le han ayudado a superar satisfactoriamente la enfermedad.
La empresaria ha decidido centrar su energía en su recuperación y bajar su ritmo de vida por prescripción médica: "Ahora estoy enfermita y no puedo trabajar porque estoy de baja, pero sigo planificando mi futuro profesional con posibles clientes", desvelaba recientemente. Y es que hay marcas que si están pensando en ella para futuras colaboraciones: "Estoy muy positiva y contenta porque hayan confiado en mí justo en este momento tan delicadito", sentenciaba.