Los Goya han dejado a los estilistas de ‘Cámbiame’ de lo más revueltos. Por un lado, Cristina Rodríguez que optaba por dos películas a mejor vestuario se fue a casa con los brazos vacíos, y Pelayo Díaz ha ardido de ira en Twitter arremetiendo contra las actrices por no llevar moda española.
“Que petardas sois, vestidas de firmas internacionales a las que no importáis una 💩 #goya2017”. Sí, ‘una mierda’, dicho con un emoji pero una mierda al fin y al cabo. Se notaba que Díaz Zapico estaba nerviosito la noche de los premios Goya… Al estilista no le gustó que en un escaparate nacional tan importante como son los premios de la Academia de Cine, nuestra moda no tuviera cabida. Y hay que darle la razón. Quizás no en las formas, pero ya sabéis que él es de todo menos políticamente correcto.
A los profesionales de Séptimo Arte se les llena la boca defendiendo la cultura de nuestro país, pero a la hora de escoger modelo con el que presentarse a un evento de estas características, tan fotografiado y tan mediático, se olvidan de que la moda también conforma la cultura de un país. Y si nos gusta defender lo de aquí, el talento patrio, también habría que hacerlo con los que manejan la aguja y el hilo, ¿no? O solo va a ser recomendar ir al cine ir a ver los films de Bayona y Raúl Arévalo.
Sería un bonito gesto presentarse a la alfombra roja apostando por lo hecho aquí y no por lo diseñado en Italia o Francia. Las marcas patrias seguro que lo agradecerían, a veces un impulso publicitario de estas características puede levantar toda una industria.
Muchos tuiteros le han recordado que él viste de Dolce & Gabbana, y que incluso ha desfilado para ellos, pero también hay que recordar que donde primero lo hizo, hace muchos años, fue en Cibeles, de la mano de Miranda Makaroff y para Lydia Delgado. Ah, y cuando tocó dar las Campanadas no se acordó ni de Domenico ni de Stefano, sino de su exnovio David Delfín.