Iñaki Urdangarin hace frente a una nueva vida tras la confirmación de su separación con la infanta Cristina. Las imágenes publicadas en exclusiva por Lecturas, en las que aparecía paseando por la playa junto con Ainhoa Armentia, han revolucionado el día a día del exduque de Palma, que en las últimas semanas ha tenido que ver cómo se convertía en el centro de todas las miradas.
Tras superar el tsunami mediático, a Iñaki Urdangarin le queda lo más complicado: hacer frente a su futuro. Tal y como ha contado Pilar Eyre en su blog de Lecturas, el todavía marido de la infanta Cristina está a punto de conseguir la libertad condicional, un paso que se podría producir entre este mismo mes de febrero o el próximo marzo.
“Dentro de poco saldará del todo su deuda con la sociedad, ha pagado casi un millón de euros entre multas e indemnizaciones, además del tiempo de prisión, y será un hombre completamente libre”, asegura la colaboradora de Lecturas.
Sin embargo, esta buena noticia también va a traer complicaciones para el exduque de Palma. En concreto, Iñaki tiene ante sí “un futuro muy negro en todos los sentidos menos en uno", ya que a sus 54 años, es complicado que consiga volver al mercado de trabajo.
"El pobre Iñaki tiene difícil reinserción laboral. El chico de oro en la actualidad podría estar vinculado al Barça, por ejemplo, donde tan brillante carrera tuvo y tantas amistades forjó, o podría ser un empresario respetado, si no hubiera hecho caso de ciertos cantos de sirena…”, explica Eyre en su blog. No obstante, sus problemas con la justicia hacen que a día de hoy, con 54 años, antecedentes y sin experiencia, sea difícil que alguien lo contrate.
Desde que consiguió el tercer grado, el exduque de Palma ha trabajado en un despacho de asesoría fiscal que, sin embargo, “empieza a dar muestras de cansancio” ante la atención mediática que Iñaki ha tenido en las últimas semanas.
Cabe recordar que en la actualidad Iñaki Urdangarin disfruta del tercer grado penitenciario desde hace un año, tras ingresar en la cárcel de Brieva en junio de 2018 para cumplir la condena de cinco años y 10 meses por el caso Nòos.