El 9 de septiembre de 2007, 'Gran Hermano' regresaba a la parrilla de Telecinco para el gran estreno de su novena edición. Una temporada en la que se advertía de antemano de un regreso a los orígenes del formato. Y para muestra la casa donde los concursantes convivían, objetivamente más pequeña que en ediciones anteriores. Asimismo, y como siempre sucede en un programa tan vivo como el de la vida en directo, había más de un giro de guion por venir. Algunos más predecibles, y otros que no lo fueron tanto, porque difícilmente hubiera anticipado la audiencia aquel 9 de septiembre que el ganador del concurso no estaba entre los primeros habitantes a los que los espectadores pudieron conocer.
Hubo que esperar a la tercera gala, en la que se produjo la expulsión de la inconfundible Amor Romeira (36 años), para que la persona que terminó llevándose el codiciado maletín de los 300.000 euros pusiese un pie en Guadalix. Su nombre era Judit Iglesias, natural de La Coruña, de 31 años de edad y licenciada en Sociología. Entraba unos pocos días más tarde en calidad de reserva tras el abandono de Maite, la chica de Ciudad Real que buscaba a su hermana, y con la ilusión de formar parte de una experiencia con la que poder evolucionar. También sin pretensión de terminar coronada como flamante ganadora de 'GH9', pero así fue. Casi dos décadas después de triunfar en la pequeña pantalla, ¿qué ha sido de ella?
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De ganar 'Gran Hermano' a publicar un libro sobre relaciones íntimas
Antes de aterrizar en el instante actual, es importante recordar cómo fue el paso de la gallega por el circuito mediático. Y eso que no pareciera la televisión la mayor de las ilusiones de su vida en primera instancia, como si le ha sucedido a tantos otros 'grandes hermanos'. Sea como fuere, con más o menos voluntad, pasar inadvertida era un imposible para ella. Tan pronto como apareció en pantalla por primera vez, su look captó la atención de todo el mundo. Negro, negro y más negro. En la ropa, en los accesorios. en el pelo e incluso en su maquillaje. Goticismo a la máxima potencia que no dejaba a nadie indiferente, y que en ningún caso era símil de una personalidad oscura.
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Cabe destacar que quizás sí podría extraerse algo negativo si se revisan las estadísticas de su estancia el 'reality', pues en la suma resultó nominada un total de cuatro veces. El caso es que de nada valió estar en la palestra, porque siempre se salvaba y eran sus rivales los que terminaban expulsados. Y lo mismo sucedería el día de la gran final, pese a que sus rivales no eran poca cosa. Ni Oliver, que fue cuarto, ni Rodrigo, que sería tercero, pudieron superarla en votos. La cuestión es que tampoco lo lograron Conchi y Pamela de los Santos, las míticas gemelas de Dos Hermanas a las que muchos daban ya por ganadoras. No lo fueron y se tuvieron que conformar con el 33,1% del apoyo del público. Y Judit, que ganó, alcanzó un nada desdeñable 43,7% de los votos.
Se convertiría así en la primera concursante reserva en conseguir tal hazaña. Con ella, y además de pistoletazo de salida a una nueva vida. Vida que comprendió durante un tiempo la inevitable exposición por haber aparecido en un formato de máxima audiencia como este. De ahí que se dejase ver por otros programas de la cadena de forma esporádica, o que pudiese publicar el libro 'Las leyes del deseo'. Un sorprendente debut como escritora. Más podría sorprender conocer el contenido de la obra, que según su sinopsis "trata de acercarnos al mundo del sexo desde una perspectiva abierta y didáctica". Pero es que, en realidad, esto no era más que la antesala del camino profesional que Iglesias estaba por emprender.
Una nueva Judit: trabajando como sexóloga y con nuevo look
Un camino en lo laboral que todavía la ocupa hoy día, porque en sus redes sociales, además de definirse como escritora, presentadora, DJ y socióloga, de un tiempo a esta parte ejerce como sexóloga. Incluso durante un tiempo tuvo un consultorio sexual en YouTube que llevaba por nombre 'Sexploradores', y que a pesar de estar inactivo desde hace nueve años, todavía acumula más de 70.000 seguidores. En Instagram supera los 4.000, y aunque con un público algo más reducido, es ahí donde plasma cómo es su día a día en la actualidad. Los planes que hace con sus amigos o su pareja en La Coruña, donde todavía reside. Sus viajes y sus paseos nocturnos. Y también su impresionante nuevo look, claro está.
@iglesiasjudit
Porque si algo se saca en claro al deslizar hacia abajo en el 'feed' de la coruñesa es que atrás han quedado aquellos años en los que los colores oscuros se apoderaban de su imagen. Nada de ir siempre de negro, puesto que ahora también se anima a ataviarse con prendas coloridas, tejidos menos agresivos y complementos de todo tipo. También su maquillaje es mucho más suave, así como su pelo, que ha cambiado por completo. Del negro azabache al rubio platino, que le aporta mucha más luz a su rostro. Un giro radical en su forma de presentarse al mundo que, sin lugar a dudas, no es más que el reflejo de que todos cambiamos de gustos e ideas con el paso del tiempo. Y Judit, como todos, también ha cambiado mucho en estos últimos dieciocho años.