Si el jueves pasado su mujer hacía la cobra a los periodistas que pretendían sacar algo de información sobre su boda secreta, cuatro días después le ha tocado el turno de pasar por la palestra a su marido Iker Casillas. El guardameta del Oporto se convertía ayer en el reclamo de un evento publicitario de los champús H&S.
Durante su encuentro con la prensa, intentó vestir de normalidad su vida familiar y sus labores de padrazo, y respondió, entre resignado y tímido, a todo lo que tuviera que ver con el bebé que está en camino y a cualquier cuestión relacionada con su reciente enlace. Sorprende la abundante cabellera que luce actualmente el exportero madridista –al menos, más que otras veces y, evidentemente por la naturaleza del producto del que es imagen–, y no se pudo evitar las sospechas de un posible implante capilar. Pero a lo importante: parece ser que este fin de semana ha habido quorum en casa de los 'Carbonillas' y ya han elegido nombre para el hermanito de Martín, que nacerá a finales de mayo. Pero, de momento, y como de costumbre, nada de revelar información al respecto, por si pueden "meter otro gol" a la prensa.
-¿Contento ante tu futura paternidad?
-Siempre. No voy a estar triste...
-¿Cómo se te da eso de ser padre, Iker?
-Muy bien. No por ser Iker Casillas van a ser las cosas diferentes. Soy como todo padre con sus hijos. Quiero disfrutarlos, verlos crecer, que estén sanos, que estén bien e intentar disfrutar cada día. Es una experiencia que recomiendo a todo el mundo.
-¿Se te da bien?
-Yo creo que sí. Intento estar pendiente en todo momento. Cambiar pañales, si tengo que calentar el biberón, se lo caliento. Levantarme por la noche… Como cualquier persona.
-Sara ha dicho que tenéis tres nombres para vuestro hijo: Mauro, Bruno y Hugo. ¿Cuál es tu favorito?
-Te puedo asegurar que, de esos tres, no es ninguno. Te lo prometo.
-¿No? Entonces, ¿ya lo tenéis?
-Sí. Y, a no ser que a última hora cambiemos, no es ninguno de esos.
-¿Te ha cambiado algo casarte, Iker?
-Yo me siento igual. Es como acostumbrarte a cuando cambias de edad. De 25 a 26. Pues, de ser mi novia, ahora es mi mujer.
-Pero, como Sara, no llevas la alianza…
-Siendo portero, nunca he sido de llevar anillos. No van conmigo pero, según vayan pasando los días, algún día me tocará ponérmelo…
-¿Por qué una boda en secreto?
-No nos gusta estar en boca de todo el mundo ni que nos estén mirando con lupa. Siempre fotos y siempre noticias nuestras… Y si lo haces más tranquilo y es algo reservado, el día de mañana, puedes compartirlo con tus amigos. En ese sentido, estoy un poco contento, porque algún gol os hemos metido. Mejor, en la intimidad.
-¿Empiezas ya a pensar en tu retirada y en tu posterior objetivo?
-Mientras tenga ilusión voy a seguir en esto, como diría Rafa Nadal. Evidentemente, tengo 34, a punto de 35, y no soy eterno. Todavía no he conseguido el Agua Bendita de Indiana Jones para vivir más, pero mientras tenga fuerzas para ir a entrenar, asumir riesgos y críticas, sí que seguiré disfrutando de este deporte.
-¿Te consideras un chico que cuida su aspecto?
-No es fácil, pero lo intento. Con esto de las redes sociales que cualquier en cualquier momento se quiere hacer una foto contigo y acaba 'rulando' por todas partes, es importante cuidarse un poco, aunque al final lo mejor es estar bien con uno mismo.