Mónica Cruz ha sido una de las invitadas 'virtuales' a El Hormiguero este lunes y ha hablado con el corazón en la mano de lo que ha supuesto para ella y su pequeña Antonella la crisis del coronavirus y el confinamiento. La hermana de Penélope Cruz ha estado dos meses y medio sin salir de casa pero ya ha regresado al trabajo y empieza a dar 'normalidad' a su vida.
No sin miedos. La actriz de 'Madres' ha sido muy sincera con Pablo Motos y ha confesado que ha sentido muchísimos miedos durante esta semana, sobre todo por el futuro de su pequeña, que el pasado 14 de mayo cumplía 7 añitos. "Cuando tienes hijos, los miedos son muchísimos más. No quiero leer más para no pensar que mi hija va a tener una infancia así de limitada", ha dicho Mónica Cruz con el corazón en la mano, a lo que ha añadido: "A ella también le afecta. No sé cuándo va a volver al colegio. Frustra cuando hay cosas que no puedes gestionar".
Mónica Cruz ha contado que intenta "ir día a día" sin pensar mucho más allá y ha compartido un tierno momento con Antonella. "El primer día que se podía pasear tenía mucha ilusión y yo estaba agobiada. Cuando íbamos a salir, me dijo que tenía miedo, pero había romper con eso", ha contado Mónica, que decidió no transmitir ese miedo a su hija: "Si nosotros no lo entendemos, imagina un niño. Tiene una edad que está en el medio, que entienden pero no entienden".
La intérprete ha charlado con Pablo Motos en 'El Hormiguero 3.0' en un escenario muy particular. Desde su casa pero aún con la decoración del séptimo cumpleaños de Antonella, que fue el pasado jueves. Globos y carteles de 'feliz cumpleaños' le rodeaban. "Me levanté a las ocho para decorar toda la casa y que fuera sorpresa, porque era un cumpleaños diferente", ha compartido sin poder evitar la sonrisa.