Gunilla von Bismarck llora la muerte de Luis Ortiz tras una dolorosa enfermedad: el único apoyo que le queda en el duelo

Luis Ortiz deja a su mujer Gunilla von Bismarck completamente rota de dolor tras su fallecimiento a los 74 años

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Gunilla Luis Ortiz

Luis Ortiz, junto a Gunilla, en una de sus últimas apariciones

GTRES

Lo suyo fue un flechazo. Gunilla von Bismarck y Luis Ortiz se conocían en Marbella. Se encontraron en el mítico Marbella Club y e quedaron prendados. Lo contaría el propio Ortiz tiempo después. La alemana se había convertido en la sensación de la ciudad. Alta, rubia, glamurosa y con un acento germánico que nunca le ha abandonado. Todo el mundo quería salir con ella pero se decantó por el hijo de Francisco Ortiz, productor y empresario. Juntos formaron una de las parejas más conocidas de la ‘jet set’.

Aquellos veranos eternos en los que Guilla y Luis se dejaban fotografiar en fiestas y eventos. Encadenaban compromisos y se codeaban con lo más granado de las celebrities locales e internacionales. Desde Cari Lapique y Carlos Goyanes hasta los reyes de Suecia, nombres propios que poblaban las crónicas periodísticas del momento. Los mejores reporteros recalaban en Marbella para seguir sus aventuras.

Ortiz ha fallecido este pasado lunes a los 74 años después de varios meses en tratamiento contra el cáncer. El marido de Guilla von Bismarck padecía un cáncer de próstata que no ha podido superar. Fallecía en el Hospital Quiron Marbella rodeado de los suyos.

Francisco, el único hijo de Gunilla von Bismarck y Luis Ortiz

La edad había hecho que Guilla y Luis Ortiz se retirasen del foco público. Tan solo hacían contadas apariciones y por motivos muy especiales. El pasado mes de abril les pudimos ver en el 70 aniversario del Marbella Club, el lugar donde se enamoraron. Ortiz ya se encontraba en tratamiento de quimioterapia y así lo explicaba. Acudía todas las semanas al hospital para someterse a las sesiones. Muy agradecido, dedicaba unas preciosas palabras a los sanitarios que le acompañaban.

La pareja únicamente tuvo un hijo, Francisco. Nació en 1980 y fue desde el primer momento la luz de sus ojos. El pequeño se crió ante los flashes de los reporteros. Su madrina de bautizo fue ni más ni menos que la reina Silvia de Suecia. Pero a pesar de la popularidad de sus padres, quiso permanecer alejado de la fama. Francisco optó por una vida más tranquila.

Casado y residente en Estados Unidos, es padre de dos hijos. Han sido estos nietos los que han acompañado a Guilla y Luis en numerosas ocasiones en los últimos años. La familia de su hijo pasa temporadas en Marbella para estar con sus padres. Estaban encantados con los pequeños, eran la verdadera medicina para el empresario.

Una boda por todo lo alto

Fue el año 1978 cuando Gunilla von Bismarck y Luis Ortiz contrajeron matrimonio. Llevaba ya saliendo un tiempo cuando decidieron asentar su romance. Las crónicas del momento aseguraban que a la familia de ella no le había hecho mucha gracia la llegada de Ortiz, al que consideraban casi un muerto de hambre -aunque no tenía nada que ver-. No obstante, nunca llegó a trascender si era cierto o no. La pareja se dio el 'sí, quiero' rodeados de parte de su familia y de amigos. Estuvieron Carlos Goyanes y Cari Lapique, habituales de las noches de Marbella, y los reyes de Suecia. Gunilla confesaría tiempo después que los hermanos de Luis no fueron todos pero que aun así se estuvieron los que tenían que estar.

La pareja era el símbolo del lujo y el glamour. De esa Marbella que tenía desde a Jaime de Mora hasta a Audrey Hepburn, de los Hohenlohe hasta a la emperatriz Soraya. Nada que ver a con los veranos que tenemos en la actualidad. Aquellas crónicas de las fiestas en Puerto Banús llenaban páginas y páginas de las revistas. Y en el centro, siempre Gunilla con su cabellera platino y su marido Luis Ortiz. Juntos han estado hasta el final. La alemana se ha quedado destrozada tras la muerte del amor de su vida. Su hijo Francisco y sus nietos son su gran apoyo en estos duros momentos.

Instalados en Marbella fueron testigos de algunos de los grandes romances de la historia. En la casa de la hermana de Gunilla estuvieron Isabel Preysler y Miguel Boyer antes incluso de que su historia saltase a la prensa. Luis y Gunilla siempre supieron guardar los secretos de los grandes nombres. No en vano, eran los auténticos reyes sin trono de la noche marbellí.