Ante la ausencia de Meghan Markle, todos los focos estaban centrados en Kate Middleton y el esperado encuentro público entre Harry y Guillermo un año después de su marcha. La duquesa de Cambridge llegaba al Castillo de Windsor pasadas las 2 de la tarde acompañada de su marido, Guillermo, para dar el último adiós al duque de Edimburgo.
De riguroso luto y manteniendo un perfil bajo, Kate Middleton ha dejado claro que a diferencia de su cuñada ella sí mantiene una estrecha relación con la reina Isabel II y qué mejor día que este para abrir el joyero real después de meses de austeridad y hacer una deferencia a la monarca en un día tan importante para ella.
Kate Middleton, impecable, con un diseño de escote asimétrico y largo midi con un enorme lazo ha dejado al descubierto una joya que ha eclipsado al resto del look. Se trata de una gargantilla de cuatro hilos de perlas con un gran broche de diamante en la parte central que se cierra con un broche también de diamantes.
Kate Middleton en el funeral del duque de Edimburgo
Esta es la segunda vez que vemos a Kate con esta joya de valor incalculable que la reina Isabel mandó confeccionar allá por 1980 y en su pasado también lució Lady Di. Fue en 2017 cuando la duquesa de Cambridge la llevó por primera vez para en la cena de celebración de las bodas de platino de Isabel II y Felipe de Edimburgo.
Kate ha completado esta preciosa gargantilla con unos pendientes de perlas a juego. Se trata de un par de perlas de Collingwood y aretes de diamantes que le regalaron a Diana por su boda y que ahora ha heredado Kate, que combinaba con un elegante tocado con rejilla. Aunque como futura Reina de Inglaterra, la mujer de Guillermo tiene puerta abierta al joyero real, Middleton es poco dada a lucir piezas de semejante magnitud, de ahí que haya llamado la atención su elección en este día tan triste para toda la familia real británica.