Kiko Jiménez puso un pie en Guadalix de la Sierra con una única idea: decirle todo lo que sentía a Estela Grande. En una noche cargada de sorpresas (este martes Diego Matamoros también ha visitado la casa de 'GH VIP 7'), Kiko fue el primero que pudo estrechar entre sus brazos a la modelo y amiga. Después de saludarse, Kiko se abrió en canal y contó algo que le llevaba rondando después de pasar unos días en casa y de perder la posibilidad de ser repescado.
“Tengo una espina clavada”, le dijo el novio de Sofía Suescun (otra de las invitadas en la casa en esta noche de emociones). Cuando salí… fue una salida rocambolesca. Me sentí arrinconado y quiero contarte. "A lo mejor solté algún comentario que seguramente puedan achacar con el único fin de romper nuestra amistad y yo soy libre de elegir y de tenerte como amiga”, continuó.
Estela, con los ojos muy abiertos, no salía de su asombro. No entendía nada. “Te lo cuento antes de que te lo diga nadie. Dije una tontería… Cuestionaron nuestra amistad. Hice un comentario, una cosa sin importancia”, añadió Diego. Y Estela ya no pudo más. “Algo de importancia tendrá… “, le espetó.
Después, Carlos Sobera le preguntó por su relación y por cómo se había visto en el exterior. “Vuestra relación ha dado mucho de qué hablar”, le adelantó antes de ver unos vídeos juntos. “No he sido consciente de la repercusión. Yo estoy muy tranquila. He visto este vídeo y ha sido un homenaje a nuestra amistad que es muy bonita”, explicó Estela. La modelo se quedó preocupada y más después de ver cómo Kiko hablaba de que sentía “mariposas”. "Yo nunca he sentido que yo a Kiko le guste, porque si no yo me hubiera sentido incómoda en muchas situaciones", añadió.
“Piensa en ti”, le dijo Kiko antes de despedirse. “Pues me dejas loca”, le respondió. Y después se abrazaron.