Anoche, Sofía Suescun (28 años) daba un paso fundamental en el conflicto familiar que mantiene abierto con su madre, Maite Galdeano (55 años). La influencer, que se encuentra viviendo una de las peores etapas de su vida, se aventuraba a sincerarse como nunca antes sobre todo lo que había vivido junto a su madre a lo largo de estos años, especialmente sobre cómo Maite se había entrometido en su relación con Kiko Jiménez. La exconcursante de 'Supervivientes All Stars' no ha dejado indiferente a nadie con su desgarrador testimonio.
Sofía Suescun desvela cómo actuaba su madre en su relación con Kiko
Que Maite Galdeano es una madre controladora era algo que saltaba a la vista. Desde que madre e hija aparecieron a la esfera pública gracias a 'Gran Hermano 16', Maite ha estado al lado de su hija en todo momento para controlar cada uno de los pasos que daba en la pequeña pantalla. Sin embargo, muy poco podíamos pensar que la de Pamplona traspasaba los límites y que incluso se entrometía en las relaciones sentimentales de su hija.
Cuando saltó la noticia del cisma familiar, Sofía lanzó un primer comunicado en el que hablaba de haber estado sufriendo durante años “celos tóxicos” por parte de su madre. Unas duras palabras que anoche cobraron más sentido todavía al relatar los episodios que había vivido. Por ejemplo, Sofía tenía que evitar que su madre les pillara despertando juntos en la misma cama, pero, además, tampoco podían tener ninguna muestra de cariño o afecto, ya que Maite “reaccionaba muy mal”. “No soportaba que Kiko me diera un beso, un abrazo...”, reconocía Sofía entre lágrimas.
La joven sentía que, sencillamente, no podía ser ella misma ni tener una relación normal con su pareja, ya que cualquier gesto podía hacer que Maite explotara.“Es superdoloroso, no podía ser yo, siempre con una tensión, una presión, qué tocas, qué haces… ella decidía cuando se tenía que ir”, afirmaba Sofía. Hubo un momento en el que la pareja tenía dos casas, una de Sofía y otra de Kiko, y era Maite quien decidía cuándo tenía que irse Kiko a casa y dejar a Sofía con ella. Sin duda, situaciones muy complejas e injustificables que han desembocado en el actual cisma familiar.
La imposición de Maite a Sofía por su físico
La infancia de Sofía estuvo marcada por las exigencias de su madre, desde las notas que tenía que sacar hasta la alimentación que debía seguir. Maite quería que su hija fuese la mejor en cualquier aspecto, y esto solo le sumaba más ansiedad y sufrimiento. Sobre esto mismo, la televisiva se confesaba anoche en '¡De Viernes!': “Desde muy pequeña ella quería que fuera la mejor en gimnasia rítmica, la mejor en el colegio, la mejor en los concursos de belleza... cuando yo no lo conseguía era un sufrimiento doble, ya no solo por no haber ganado, sino sobre todo por no haber contentado a mi madre, eso era lo que más me frustraba”, deslizaba Sofía.
Con respecto al tema de la alimentación, la joven asegura que le agradece mucho a su madre "que me haya inculcado la buena alimentación y el deporte, pero no me dejaba comer como el resto de los niños sus bocadillos”: “Todos llevaban al cole bocatas y yo llevaba una manzana, a veces me lo intercambiaba con algún niño”. Cuando salió este tema, Terelu Campos, quien mantiene una relación estrecha con Sofía y sabe de primera mano cómo fue su infancia, le pedía que contara lo dura y severa que era su madre con el físico, especialmente con el hecho de estar siempre muy delgada. “Cuenta que para tu madre no estabas lo suficientemente delgada, que no solo en el colegio te tenía así, que también te lo dijo antes de ir a 'Supervivientes'”. Ante esto, Sofía asentía con la cabeza para darle la razón.
Kiko Jiménez, el gran apoyo de Sofía en estos momentos
Este sábado, el programa 'Fiesta' arrancaban anunciando que Kiko no iba a estar en plató por decisión propia. “Se ha puesto en contacto con el programa a través de un mensaje de WhatsApp que me ha mandado a mí, a las tres y poco de la tarde, para decirme que ha pasado muy mala noche, que no se encuentra bien y que para él es difícil en estos momentos dar la cara”, anunciaba Leiras. El televisivo se había quedado en casa junto a Sofía para apoyarla en estos momentos.
Finalmente, a escasos minutos de que acabara el programa, Kiko entraba en directo, a través de una llamada telefónica, y contaba lo que había sucedido. “Ella se siente muy mal y yo, como espero que comprendáis, he puesto por delante a Sofía, que es lo que más quiero junto con mi familia, antes que mi puesto de trabajo, algo que yo no he hecho en mi vida porque me tomo muy en serio el trabajo”, explicaba el liranense.