Flores frescas, libros, velas y muchos recuerdos: El rincón más especial de Lourdes Montes y Fran Rivera en su casa de Sevilla

Lourdes Montes (41 años) y Francisco Rivera (51 años) forman una de las parejas más estables del panorama social. A la ilusión de la llegada de su tercer hijo en común para el próximo verano, un niño cuyo nombre prefieren mantener en secreto por ahora, se ha sumado la remodelación de parte de la casa que comparten en Sevilla.

Muy discretos con todo lo relativo a su vida privada, gracias a las redes sociales vamos conociendo pequeños detalles de una casa plagada de personalidad y buen gusto. La familia reside en un amplio y luminoso chalet a las afueras de la capital andaluza, una gran casa con jardín y piscina privada que se ha convertido en un auténtico refugio para ellos. 

Embarazada de cinco meses, a Lourdes no hay quien la pare. La diseñadora, que está volcada en la presentación de su nueva colección flamenca con 'Mi Abril', también ha decidido dar un giro parcial a su casa. En plena remodelación del dormitorio de su hija Carmen, de nueve años, la andaluza ha presumido de uno de los rincones con más personalidad de su casa. 

Flores frescas y muchos recuerdos: Lourdes Montes presume del rincón más especial de su casa

Tal y como se puede ver en las imágenes que Lourdes Montes ha compartido en Instagram la memoria de Carmen Ordóñez y Paquirri sigue muy presente en su hogar. De hecho, el propio Francisco ha confesado en alguna ocasión que procura hablar a sus hijos pequeños de sus abuelos paternos. 

Las imágenes en blanco y negro presiden este rincón del salón. Un espacio para el recuerdo en el que además de una tierna imagen de Paquirri y Carmina con el propio Francisco también podemos ver dos retratos del matrimonio cuando eran unos adolescentes o una azaña del torero en lo que parece un campeonato juvenil. 

Como no podía ser de otra forma, también ha referencias al mundo del toro. En concreto con una imagen del propio Francisco en lo que parece una de sus primeras faenas. Tampoco falta una preciosa foto del diestro con su hijo Curro o un divertido retrato de la madre y la hermana de Lourdes. 

Solo con ver este pequeño espacio de su casa entendemos que el matrimonio es muy familiar, pero al mismo tiempo nos ha llamado la atención que no hay ninguna imagen de ellos juntos, quizás esas estampas presidan otra zona de la casa. 

Al margen de los recuerdos, para Lourdes Montes en esencial tener flores frescas en casa. En este caso observamos dos enormes ramos que le dan un punto de color muy especial al espacio. La flores naturales tienen esa capacidad de hacernos sentir bien ya que con el mero hecho de convivir con ellas "se estimula la producción de dopamina, oxitocina y serotonina". 

Las velas también son fundamentales para la diseñadora. Prueba de ello es que sobre el mueble hay tres piezas enormes con olores florales a: jazmín y lila. Detalle que nos permite conocer a qué huele la casa de Lourdes Montes y Francisco Rivera. Grandes lámparas de mesa e imponentes libros ponen la guinda a una decoración que fusiona de una forma impecable el pasado como el presente. 

Francisco Rivera felicita a su mujer, Lourdes Montes, por su cumpleaños

El pasado 21 de enero Lourdes Montes soplaba las velas de su 41 cumpleaños y su marido fue el primero en dedicarle unas preciosas palabras de forma pública. Juntos desde hace más de 13 años, el matrimonio ha conseguido formar la familia con la que siempre soñaron.

"Felicidades, mi amor. Te mereces todo lo bueno que te pase. Por tu bondad, tus principios, el amor por tu familia, por tus sacrificios y esfuerzo, por tu nobleza y gracias por ser el timonel de nuestra familia. Te quiero y siempre te voy a querer con total vehemencia", escribía el torero. Una auténtica declaración de amor a la que no nos tiene muy acostumbrados y que acompañaba de una romántica imagen en la que aparecen abrazados en la Romería de El Rocío.

La reacción de la protagonista no se hacía esperar aunque haciendo gala de su timidez se limitó a responder con tres corazones como símbolo de agradecimiento y amor. Será este verano cuando pongan el broche de oro a su historia de amor con la llegada de su tercer hijo.