Según la Fiscalía, la última declaración de Daniel Sancho (29 años) en la que se declaraba "no culpable" del asesinato premeditado de Edwin Arrieta (44 años) no está haciendo más que complicar las cosas para el joven chef. Desde el ministerio público tailandés confiaban en que el hijo de Rodolfo Sancho se declarara culpable, pero la defensa del joven no piensa dejarse amedrentar y hará hasta lo imposible por demostrar que todo fue producto de un desafortunado accidente.
En el escrito de la Fiscalía expone que Daniel Sancho mató a Edwin Arrieta con premeditación. Y no contento con eso descuartizó el cuerpo con el fin de ocultarlo y destruyó su documentación, tres graves acusaciones por las que sería condenado a pena de muerte. Según afirman, la investigación es clara y lo tienen todo "muy amarrado", lo que complicaría (y mucho) el futuro más inmediato del acusado.
La última novedad del caso es que mientras que en España trabajan a contrareloj para conseguir un abogado tailandés que siga la línea de defensa que marca el equipo de Marcos García Montes, en Tailandia ya han agrupado a un grupo de testigos que reforzarían su versión.
Los testigos que declararán en contra de Daniel Sancho
La Fiscalía asegura que no hay margen de error, la investigación es clara y las pruebas concluyentes. Además de las imágenes de Daniel Sancho comprando cuchillos o su periplo de madrugada por Koh Samui en hasta 26 localizaciones diferentes, hay que sumar la primera declaración del joven chef, una prueba irrefutable para ellos. "Aunque el supuesto descuartizamiento se realizó con cuchillos de pequeñas dimensiones, el fiscal asegura que el resto de material, las bolsas y las gomas sí que aparecieron y se utilizaron...", han contado desde el programa 'Vamos a ver'.
Pero lo que terminaría por sentenciar a Daniel es la declaración de hasta seis testigos diferentes que estuvieron en contacto con él las horas previas y posteriores al asesinato de Edwin Arrieta.
- El grupo de policías que estuvo con él desde el momento en el que denunció la desaparición del cirujano colombiano. Habría sido a ellos a quienes les reconoció la premeditación "en un perfecto inglés".
- La cajera del supermercado donde compró los cuchillos. Aunque después se ha demostrado que no fueron los mismos que usó para desmembrar el cuerpo.
- La dueña de la tienda en la que Daniel Sancho alquiló la moto para trasladar los restos mortales de Arrieta por la isla.
- La dueña del kayak que Daniel compró para salir al mar a media noche.
- La dueña del resort en el que Edwin Arrieta murió.
- Pero sin duda, el testigo que ha llamado más la atención es Khun Anan, el primer abogado de Daniel Sancho y que fue despedido por Rodolfo Sancho por hablar con la prensa y no querer seguir la línea de defensa marcada por Marcos García Montes. Fue con él con quien Daniel mantuvo sus primeras conversaciones nada más entrar en prisión y su testimonio podría ser clave.
La defensa, en cambio, pretende dar un giro a la investigación dejando claro que Daniel nunca actuó de manera premeditada. De hecho, el primer paso es pedir la libre absolución del acusado condicionado por una serie de atenuantes: amenazas, coacciones, vejaciones, trastorno mental transitorio y legítima defensa. Según el abogado, todo se desencadenó después de que Edwin Arrieta tratara de violar a Daniel.
Será el próximo 27 de noviembre cuando Daniel Sancho tenga que volver a los juzgados. Allí, tanto la defensa como la Fiscalía remitirán a la Corte todas las pruebas que esclarezca si el acusado mató o no de manera premeditada a Edwin Arrieta.
Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, más enfrentados que nunca
Este momento clave en el proceso judicial ha generado un gran cisma entre Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo. No es ningún secreto que los progenitores de Daniel no mantienen relación, pero la situación extrema de su hijo en lugar de unirles les ha separado más si cabe.
Tal y como se ha publicado, Silvia Bronchalo no tiene comunicación alguna con el padre de su hijo y, además, no estaría de acuerdo en cómo se está abordando la defensa de Daniel, un auxilio pilotado por Rodolfo Sancho, quien volverá a Tailandia en los próximos días para acompañar a su hijo en esta delicada tesitura.