Fani Carbajo ha tocado fondo y ha vuelto a abrirse por completo en Mtmad para destapar la crisis personal que está atravesando en la actualidad. La polémica participante de la primera edición de La isla de las tentaciones ha hecho uso de su canal para confirmar que ha pedido ayuda profesional, a pesar de considerarse una mujer fuerte, y por si fuera poco ha querido relatar el drama que le supone tener que abandonar obligatoriamente la casa en la que vive en Arroyomolinos desde hace ya tres años.
"Estoy en un momento de mi vida bastante complicado. No estoy pasando por mi mejor momento personal, se me está juntando todo. He pedido ayuda externa, estoy tratándome porque a lo largo de mi vida he sufrido muchísimo, no he tenido una infancia buena, he tenido gente a mi lado que me ha hecho mucho daño, he ido creciendo y las cosas no han mejorado. Nunca he ido a un psicólogo, me he creído siempre una persona fuerte pero ahora con 36 años que tengo mi cabeza ha hecho clic", ha confesado Fani Carbajo cabizbaja después de enfrentarse a multitud de críticas a lo largo de estos últimos años, algo que se ha intensificado desde su infidelidad a Christofer con Rubén en República Dominicana.
"Desde 'La isla de las tentaciones' he tratado de defender a Cristofer y yo me he dejado pisotear, humillar, machacar, insultar con tal de que nadie le dijera nada a él. Nadie sabe nada de mi vida privada, ¿con qué derecho os creéis de estar pisoteándome? No he matado a nadie, vale ya", ha continuado dando un golpe sobre la mesa y asegurando que no está dispuesta a aguantar más ataques.
A todo esto hay que sumar que tanto Fani Carbajo, como su hijo Emilio y Christofer Guzmán tienen que abandonar la vivienda en la que ha pasado los últimos tres años de su vida. Algo que le está causando un cuadro de estrés enorme a la concursante de Supervivientes 2020.
“Me está generando bastante estrés. Es un cambio radical en mi vida que por desgracia tengo que sufrir de manera obligatoria. Vivía en Sevilla, me mudé a Madrid antes de 'La isla de las tentaciones'. Encontré mi pedazo de casa en Arroyomolinos, estoy encantada con ella, llevo tres años, firmé un contrato de un año que se iba renovando... Pero mi casera se puso en contacto conmigo para decirme que en el caso de separación o divorcio ella necesitaría quedarse con la vivienda, eso lo ponía en el contrato. Me puse con mi abogada a leer el contrato y sí, lo ponía. Le pedí un tiempo hasta que Emilio terminara el instituto y llegamos a ese acuerdo”, ha explicando segundos antes de revelar que ya se ha puesto manos a la obra para buscar otro hogar en el que cobijarse.
"Ya he empezado a ver casas. Quiero seguir en Arroyomolinos. Me encanta la zona sur de Madrid. La situación me está generando bastantes problemas porque necesito encontrar una vivienda que se adecúe a mis necesidades y a las necesidades que tengo en mi casa con los muebles. Las viviendas que encuentro son antiguas, pequeñas... Estoy súper perdida", ha rematado agobiada a más no poder.