La familia por la que Luis Enrique renuncia a ser Seleccionador Nacional

No ha llegado a cumplir el primer año en su puesto pero un problema familiar le ha hecho renunciar a él

La decisión del hasta ahora Seleccionador Nacional, Luis Enrique Martínez, de abandonar sus funciones han sorprendido a todos. El asturiano enviaba un escueto comunicado que encabezaba con las siguientes palabras, “Debido a que los motivos que me impidieron desarrollar con normalidad mis funciones como seleccionador desde el pasado mes de marzo continúan a día de hoy he decidido dejar dicho cargo”. Además, daba las gracias a los responsables de la RFEF, jugadores y trabajadores “por su profesionalidad” y a los medios de comunicación “por vuestra discreción y respeto por la situación”, anunciaba.

Un supuesto problema familiar, tal y como aseguran varios medios deportivos, requería, a partir de ahora, toda su atención, energía y presencia. El gijonés, tras pensarlo mucho y haber tratado de compaginarlo todo desde marzo (tal y como él mismo aseguraba), había resultado imposible; por lo que, poniendo sus prioridades familiares por delante, ha preferido dotar a los suyos del máximo protagonismo en las próximos meses.

Luis Enrique se convirtió en el Seleccionador Nacional el pasado julio. Tomaba el relevo de Fernando Hierro, quien después de los malos resultados de La Roja en el Mundial, decidía marcharse del cargo. El futbolista, de 49 años, llegaba al puesto con muchísima ilusión tras haber declinado importantes ofertas en diversos clubs deportivos. De hecho, tal y como se anunció el pasado año, “puso mucho de su parte porque, si no, habría sido imposible que llegáramos a sus números”, explicó Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Entonces Martínez llegaba con muchas ganas de renovar la Selección y de devolverla a su época dorada.

¿Pero quién es esta familia por la que el exfutbolista aparca su carrera? Hace 22 años se casó con Elena Cullel Falguera, que trabajaba como azafata cuando se conocieron y enamoraron. Juntos formaron una familia numerosa, pues los hijos no tardaron en llegar. El primero, Pacho, nació en 1998. Entonces el futbolista era una de las estrellas del FC Barcelona y, junto a Elena, posaron con el bebé a la salida de la clínica en la que nació. Serían de las poquísimas concesiones que haría el asturiano, que en todos estos años se ha mostrado muy hermético con su vida privada.

Al año de nacer el mayor de sus descendientes, vino al mundo Sira. Sus dos hijos mayores han heredado de su padre su pasión por el deporte, eso sí, ninguno se ha dejado tentar, al menos de manera profesional, por el fútbol. Mientras que Pacho adora surfear y los deportes de agua, a la mediana es la hípica lo que le gusta; y lo hace tan bien que es una figura con gran proyección en el mundo del salto. Hace pocos días leíamos una entrevista a la joven catalana en un medio dedicado al deporte ecuestre, donde compartió sus experiencias participando en un importante torneo, el CSIO de Wierden y qué planes veía para sí misma de cara a un futuro dedicándose a esta práctica.

La más pequeña de la casa es Xana, de 8 años, a quien su padre sacó al campo del Barça en una celebración deportiva hace 3 años. La niña no se separó de la mano de su padre al que miraba con un gran orgullo.

Ahora, esta preciosa familia que empezó hace 22 años cuando conoció al amor de su vida, será, aún más, el centro y motor de su vida. Luis Enrique tiene muy claras sus prioridades y no piensan defraudarles cuando más le necesitan.