El mundo del cine y el espectáculo vuelve a vestirse de luto. Este martes la actriz y modelo Teresa Gimpera ha perdido la vida a los 87 años en su residencia de Barcelona. Una noticia que su propio nieto ha querido confirmar dejando desolados a todos sus familiares y amigos que no se esperaban esta triste noticia. Por el momento son pocos los datos que han trascendido a la esfera pública sobre las causas de la muerte.
Tal y como ha detallado el medio ‘324’ y ha confirmado también ‘Catalunya Ràdio’ a la actriz le habían diagnosticado hace tan solo unas semanas una enfermedad terminal. Su familia no ha ofrecido detalles sobre los motivos que han llevado a la mítica actriz a fallecer pero con esta información que indican los medios catalanes, podría deberse a esta causa.
No obstante, el próximo miércoles a partir de las 16 horas tendrá lugar el velatorio en el tanatorio de Sant Gervasi de Barcelona para todos aquellos que quieran dar el pésame a sus familiares. El funeral se celebrará en el mismo tanatorio el próximo jueves a las 13:30 horas.
La carrera profesional de Teresa Gimpera
Teresa nació en Igualada, en la provincia de Barcelona, el día 21 de septiembre del año 1936. Gimpera fue considerada una musa de la “Gauche Divine” y de la discoteca Bocaccio de Barcelona, donde además realizó todo tipo de campañas publicitarias y triunfó como actriz de cine, teatro y televisión. De hecho, fueron muchas las oportunidades que se le pasaron por delante en los años 60 y 70 y que supo aprovechar para obtener la popularidad que tuvo. De hecho, participó en más de un centenar de películas que le llevaron a la gloria en el cine español de la época.
Teresa siempre fue considerada una de las mujeres más bellas del cine español. De hecho, llegó a obtener los títulos de ‘Lady España’ y ‘Lady Europa’ en el año 1969. A partir de ahí su popularidad aumentó, consiguiendo importantes contratos para campañas publicitarias de todo tipo con las que triunfaba en aquellos años dorados. A finales de los años 70 decidió trasladarse a Barcelona para fundar una agencia de modelos, aunque continuó en el mundo de la interpretación realizando algunas películas más.
La vida sentimental de Teresa Gimpera
La actriz tuvo varios romances destacados. Octavio Sarsanedas fue uno de sus primeros novios, con el que llegó a pasar por el altar. Fruto de esta relación nacieron sus tres hijos Marc, Job y Joan. Sin embargo, la meteórica carrera que comenzó a tener la catalana pudo provocar un distanciamiento o un desgaste en su relación, ya que Octavio le fue infiel y ella, una mujer de armas tomar, decidió dejarlo y dedicarse a sus hijos de pleno.
Tras él llegó a su vida Oriol Regás, uno de los integrantes del selecto grupo del mundo de la interpretación con el que se codeaba en aquella época. Sin embargo, en medio de todo esto tenía que luchar con una importante carga para ella y es que su hijo Joan era drogadicto, en una etapa en la que la actriz no sabía lo que hacer al no existir tanta información como tenemos en la actualidad.
Pero llegó el actor norteamericano Craig Hill, al que conoció rodando una película en Roma, para devolverle toda la ilusión por volver a confiar en el amor. De hecho, fue una pareja muy estable que incluso se casaron en el año 1990. Sin embargo, tuvo que lidiar en esa feliz etapa con la muerte de su hijo que había ingresado en una clínica para desintoxicarse que perdía la vida al contagiarse de sida cuando solo tenía 28 años.
En cualquier caso, este no fue el único momento desagradable al que tuvo que hacer frente. Tras conseguir sobreponerse, si es que alguna vez se puede uno sobreponer a la muerte de un hijo, continuó con su matrimonio tratando de levantar cabeza. No obstante, en el año 2014 Craig perdía la vida a causa del Alzhéimer que le habían detectado unos años atrás, después de haber pasado sus últimos años cuidado siempre por Teresa.
Además, Gimpera no dudó nunca en enfrentarse a aquellos productores que buscaban algo que no fuese sobre el terreno laboral. El carácter de la actriz era de sobra conocido y expresaba con total contundencia lo que muchas se negaban a decir en ese momento. De hecho, ella misma reconoció que incluso realizó algunas películas únicamente por ganar dinero y poder mantener a su familia, pese a que no le gustase en determinadas ocasiones lo que hacía. Por último, Teresa se convirtió primero en abuela y después en bisabuela pero lo que nunca perdió fue la belleza que tantas puertas le abrió en los años 60.