La extraña confesión de Alejandro Nieto, ganador de 'Supervivientes', sobre su infancia: "Lo hice hasta los 11 años"

Alejandro Nieto, ganador de 'Supervivientes' 2022, ha hecho una inesperada y extraña confesión sobre su infancia

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

Alejandro Nieto
Instagram @alejandro_nieto8

Alejandro Nieto (35 años), que se alzó con el triunfo de 'Supervivientes' en 2022, vive uno de sus mejores momentos al lado de novia, la también exconcursante Tania Medina. Ambos se hicieron conocidos gracias a su participación en 'La isla de las tentaciones' aunque él ya era un rostro conocido en televisión gracias a su paso por el certamen de Míster España (representando a La Rioja), concurso en el que también fue el vencedor en el año 2015. 

Desde que llegara de Honduras Alejandro ha pasado por varias etapas. Se ha comprado una casa, ha protagonizado una de las pedidas de mano más bonitas (aunque todavía no se han casado), ha querido perder peso tras el efecto rebote del reality hondureño, ha explicado los rumores de separación con su novia e incluso se ha sincerado con los fans sobre la relación que tiene con su hijo. Sin duda ya es todo un influencer. 

Lo que ha sorprendido estos días es una de las últimas confesiones de Alejandro. Tras haberse comprado una autocaravana con la que viajar por todo el mundo, el modelo no ha dudado en contar algo sobre su infancia que ha dejado a todo el mundo boquiabierto. 

Hace pocas horas que a Alejandro le han etiquetado en una de las chirigotas clasificadas para las semifinales del concurso oficial de agrupaciones del Carnaval de Cádiz (COAC) de este 2025. Una canción muy divertida que le ha traído muchos recuerdos porque habla de la infancia, de los hábitos de cuando eres pequeño y de lo felices que éramos yendo a la' cama grande' de nuestros padres, un buen refugio al que acudíamos cuando teníamos miedo. 

"¿Qué será lo que tiene esa cama grande? Hasta los seis años pasándome a esa cama", ha comenzado diciendo Alejandro sobre las costumbres que perdió ya de bastante mayor. Pero esa no ha sido la confesión que ha sorprendido a todos. Y es que Nieto ha revelado que tomó "biberón hasta los 11 años". "Ya tengo 35 años pero. Han pasado muchos pero aún recuerdo esos momentos como si fuera ayer", ha añadido el Míster España. 

Alejandro Nieto y Tania Medina

Alejandro Nieto y Tania Medina se prometieron pero por ahora la boda no se va a celebrar. 

Instagram @alejandro_nieto8

El problema de Alejandro con su hijo de 11 años 

Hace unos días que Alejandro confesó a través de sus redes sociales que tiene un problema que se repite cuando su hijo de 11 años está en su casa. El exsuperviviente se convirtió en padre con 22 años con su anterior pareja y aquello le cambió la vida por completo pero cada vez que el niño crece un poco más se da cuenta de las dificultades de la adolescencia. 

El pequeño cada vez juega menos a cosas de niños y cada vez quiere hacer cosas de mayores, por lo que Alejandro a veces no sabe qué hacer: "La gente pensará que he desaparecido de Instagram, pero es que cuando viene mi chiquillo los fines de semana, el muchacho me quita el móvil y... pertenece a él directamente", confesó hace unos días. "Tengo que pedirle permiso yo a él para que me de mí móvil", añadió. 

Estas palabras tan directas dejaban claro el enfado de Alejandro con su hijo porque este monopoliza sus redes, lo que se ha convertido en un problema a la hora de trabajar en sus redes y en su faceta de influencer. "Sí, no me mires así", le dije Nieto al joven. "En fin... es una cosa grandísima", volvió a decir el ganador de 'Supervivientes' quejándose de este hábito que ha cogido el adolescente. 

Alejandro es todo un padrazo que está muy pendiente de su hijo. Y es que el pequeño fue diagnosticado con un cáncer con tan solo dos añitos de edad. "Yo entonces no quería ser padre y lo reconozco, pero serlo me ha hecho más competitivo, a lo mejor más salvaje, más hombre… llámalo como quieras", nos contó Nieto en la revista Lecturas. 

De hecho, aquella etapa la recuerda con mucho miedo y estrés porque fue un proceso muy largo. Por suerte y gracias a la medicina y al tratamiento, el niño está bien y solo acude a sus "revisiones" para ver que todo está en orden. "Cuando se ha curado, pues he sentido una alegría inmensa. Es lo mejor que le puede pasar a una persona", explicó en nuestro medio.