Si hace unas horas nos emocionábamos con las palabras de Javier Bardem (55 años) hacia Penélope Cruz (50 años) en su discurso en en el Festival de San Sebastián al recibir el premio Donostia, ahora el actor ha denunciado la encerrona que ha sufrido este sábado 21 de septiembre en un acto al que acudía a homenajear al ya fallecido director Bigas Luna.
El protagonista de 'Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez' en Netflix, serie que acaba de estrenar en la plataforma estadounidense, ha asegurado que se ha sentido engañado en lo que prometía ser una bonita y especial cita en la que hablar sobre 'Jamón, jamón', a la que supuestamente también iba a acudir Penélope Cruz y Jordi Mollá, también protagonistas de la película del cineasta.
Javier, visiblemente molesto y con la sinceridad que le caracteriza cuando algo le molesta, ha expresado su malestar con los organizadores del evento porque desde un primer momento le dijeron que iba a ser un homenaje a Bigas Luna y se ha encontrado con una convocatoria promocional en el hotel María Cristina de San Sebastián. "Esto es una encerrona", ha dicho el intérprete antes de abandonar el emplazamiento en el que había cientos de periodistas.
El premio por el exitoso festival de cine, que ha sido el único de los actores del elenco del filme que había acudido al evento, ha dicho que había acudido a la cita "por respeto a Bigas Luna y a su memoria" porque "los deseos de Bigas siempre son hermosos y por eso estoy aquí, pero esto no es lo que se nos había dicho", ha hecho hincapié un Bardem muy molesto. Eso sí, Javier ha aceptado posar junto hija de Bigas Luna, Betty, y Eduardo Donato, el fundador de la marca de jamones que se estaba promocionando. "Me he enterado de esto hace tan solo dos minutos. Esperábamos que esto fuera un acto íntimo de verdad. Es lo que habíamos manejado", ha añadido Bardem, que emocionó la pasada noche a su mujer cuando le tocó recoger el premio Donostia. "No era nuestra intención", ha dicho el promotor al actor.
"Esto se llama encerrona, es una pena porque al final estamos aquí para honrar a Bigas Luna, con lo cual, hagamos lo que tenemos que hacer, que me tengo que coger un avión, era cuestión de cinco minutos y has hecho una comparecencia mediática", ha reseñado el actor para dejar claras cuáles eran sus intenciones. "Estamos aquí por ti, por tu padre y por tu madre", ha intentado después tranquilizar Javier a Betty, quien había dicho anteriormente que una de las últimas voluntades de su padre era que el reparto de 'Jamón, jamón' se reuniera para que probaran lo que él consideraba como el mejor producto de Huelva porque se hacía de cerdos ibéricos en peligro de extinción.
Tras posar con Betty y Eduardo, Javier ha recordado a Bigas Luna, del que ha dicho que era un "amante de la vida", Javier se ha despedido muy educado de todos los presentes y la hija del cineasta ha salido rápidamente tras él suponemos que para pedirle disculpas por lo ocurrido.
La sinceridad de Javier Bardem
No es la primera vez que Javier Bardem dice lo que piensa y molesta en un evento o rueda de prensa. De hecho, hay que recordar que durante la 71º edición del Festival de Cannes en 2018, cuando estaban presentando la película ‘Todos lo saben’, el actor no dudó en señalar que estaban viviendo un incómodo momento.
Cuando los periodistas se disponían a hacerle preguntas sobre el filme dirigido por el iraní Asghar Farhadi, el actor paró en seco y reveló que lo que estaba preguntando no tenía cabida allí. Y es que un redactor chileno le dejó anonadado con su cuestión: "¿Qué se siente al ser el único hombre del mundo que disfruta trabajando con su mujer?".
Una pregunta que no gustó nada a Javier, que había trabajado una vez al lado de su mujer en esta película (y en otras muchas como 'Vicky, Cristina, Barcelona', 'Loving Pablo, 'Carne trémula' o El consejero'), y que provocó una situación muy incómoda. Todo el mundo quedó sorprendido y el silencio marcó la tensión del momento.Pero sin duda la respuesta de Bardem, además de aplaudida, fue la más acertada. Sin duda unas palabras que cortaron por lo sano lo que pretendía el periodista. "La pregunta es de una falta de gusto tremenda", dijo el intérprete rápidamente con mucha entereza y elegancia.