"Las mil y una noches", así han definido la gran boda de Michelle Salas y Danilo Díaz en la Toscana italiana. Un exclusivo enlace de tres días valorado en más de 4 millones de euros en el que no todo fue paz y armonía... Ha sido Cristina Tárrega quien ha contado con lujo de detalles el encontronazo que vivió la novia con su madre horas antes de la ceremonia. Tal y como ha revelado la colaboradora en 'Vamos a ver', Stephanie Salas, madre de Michelle, era la encargada de llevar a su hija al altar, pero la aparición en el último momento del artista provocó un cambio de planes.
La relación entre padre e hija ha estado repleta de idas y venidas. Sin embargo, la aparición en escena de Paloma Cuevas promovió un nuevo acercamiento entre Luis Miguel y Michelle. Cabe recordar como hace algunos meses se les vio juntos cenando en Nueva York, cita en la que la modelo aprovechó para invitar a su padre a su boda. Aunque el intérprete de 'La incondicional' pensó mucho si asistir o no a la boda de su hija, finalmente canceló varios conciertos para estar a su lado en su gran día. Cristina cuenta que hasta ese momento "era Stephanie quien iba a llevar a su hija al altar", pero la presencia de Luis Miguel lo cambió todo. "Él quiere llevar a su hija y su hija también quiere ir con su padre", una decisión que hizo estallar a la actriz mexicana creando una escena de enorme tensión.
"Se pone como una loca y le dice que y que no. Discute con su hija dentro de la villa", asegura Tárrega. Fue Michelle quien terminó dando un golpe sobre la mesa y le hizo entender a su madre qué era lo que quería. "'Papá me da un voto de confianza, te pido que pares esto'", le dijo la modelo. Finalmente, todo sucedió tal y como Michelle Salas lo había soñado. Comenzó el recorrido del brazo de su madre, vestida con un impresionante vestido con cuerpo de encaje y voluminosa falda, para después finalizar el camino de la mano de su padre. "Sólo una madre puede explicar este momento. Te amo", ha escrito Stephanie en redes sociales. Imagen de máxima felicidad que refleja que a pesar de ese pequeño rifirrafe nada enturbió este día tan feliz para todos.
Luis Miguel y Stephanie Salas compartieron mesa durante la cena
Tras la emotiva ceremonia, que Luis Miguel y Stephanie vivieron desde la primera fila, los invitados disfrutaron de un multitudinario cóctel en el jardín. Fue en ese momento cuando Paloma Cuevas se unió a su novio y tuvo la oportunidad de dar la enhorabuena a los recién casados.
A pesar de que la relación entre Luis Miguel y la madre de su hija nunca ha sido buena, Michelle no dudó en juntarles en la mesa presidencial. "No se hablaron en toda la boda y eso que coincidieron en la mesa", ha contado Cristina Tárrega. Gesto que refleja que optaron por darse una tregua en favor de la felicidad de su hija. Lo que sí ha trascendido es que el cantante no se separó de la empresaria en ningún momento, a la que agasajó con besos y caricias durante toda la noche. Luis Miguel abandonó Italia en la tarde del domingo junto a Paloma Cuevas después de pasar la mañana con los recién casados.