Primeras imágenes de Luis Miguel y Paloma Cuevas en la gran boda de Michelle Salas en la Toscana

Se han hecho de rogar pero al fin han trascendido las primeras imágenes de Luis Miguel (53 años) y Paloma Cuevas (50 años) en la exclusiva boda de Michelle Salas, hija del artista. El pasado sábado, 14 de octubre, la Toscana italiana acogió el enlace de la influencer con el empresario venezolano Danilo Díaz después de 10 años de relación. Allí, como no podía ser de otra manera estuvo el artista, para llevar a su hija al altar. Un momento muy emotivo y cargado de sentimientos con el que padre e hija ponen punto y final a años de desavenencias.

Procedente de Miami, donde había dado un concierto, Luis Miguel cogía un vuelo dirección Florencia. Allí, entre fuertes medidas de seguridad, se subió a un helicóptero que lo llevó a la finca Il Borro donde tuvo lugar el enlace. El cantante llegó solo y Paloma lo hizo solo unas horas después en un jet privado procedente de Madrid. 

En las imágenes publicadas en exclusiva por el programa 'Y ahora Sonsoles'se puede ver a Luis Miguel visiblemente feliz mientras se funde en un cariñoso abrazo con algunos de los invitados mientras espera paciente la llegada de su hija. Una faceta muy paternal y cariñosa a las que no nos tiene acostumbrados. A su lado, una radiante Paloma Cuevas, quien ha vuelto a encontrar la ilusión por el amor en brazos del artista. La empresaria española no dudó en acercarse a los recién casados para darles la enhorabuena, imagen que ya ha dado la vuelta al mundo y refleja la buena relación que existe entre ella y la joven modelo.

Respecto al look elegido por la empresaria española, solo ha trascendido que se trata de un diseño de Rosa Clará que ella misma eligió para la ocasión. Lamentablemente, las imágenes no nos permiten ver más allá, pero sí que optó por lucir su icónica melena suelta con unas favorecedoras ondas. "Estuvo muy cariñosa, pero muy discreta", ha contado la periodista Beatriz Cortázar en 'Y ahora Sonsoles'.

Durante la cena, los recién casados compartieron mesa con Luis Miguel y Paloma Cuevas, Stephanie Salas y Humberto Zurita, así como los padres del novio. Eso sí, ni cantó ni bailó, el artista se limitó a disfrutar de la velada desde su mesa al lado de la que es en estos momentos la mujer de su vida. 

El papel protagonista de Luis Miguel en la boda de su hija Michelle

Aunque su relación ha estado repleta de idas y venidas, Michelle Salas quería que su padre tuviera un papel especial en su boda y así fue. Contra todo pronóstico fue Luis Miguel quien entregó a la radiante novia en el altar, pero no fue un pasillo tradicional.

Según la revita 'Quién', Stephanie Salas, madre de la novia, caminó junto a su hija en la primera parte del recorrido para después cederle el turno a Luis Miguel. El intérprete de 'La incondicional', con un clásico esmoquin negro, tomó el brazo de su hija para iniciar el último tramo del camino. Así, Michelle ha querido que sus padres tengan un papel  protagonista en el día de su boda. 

Luego, el artista ocupó un lugar privilegiado en primera fila desde donde pudo disfrutar de toda la ceremonia. Junto a él, Stephanie Salas, madre de Michelle, a la que hacía años que no veía. Pero a la vista está que ambos han decidido enterrar el hacha de guerra para celebrar uno de los días más especiales en la vida de su hija. 

Los tres exclusivos vestidos de novia de Michelle Salas 

Michelle Salas lució hasta tres vestidos diferentes para el día de su boda. Para la ceremonia, la modelo optó por un vestido de inspiración romántica plagado de encaje que recuerda al que lució Grace Kelly en su boda con Rainiero de Mónaco. Un diseño de Dolce&Gabbana con manga larga, corpiño y falda de vuelo, que completó con un kilométrico velo. 

"El amor es la fuerza más poderosa que existe en la tierra así que mi gran día es un tributo a eso; un tributo a la mujer en nuestro tiempo y nuestra época", ha contado en un reportaje exclusivo a Vogue. Para el segundo diseño optó por grandes volúmenes. Un vestido de escote bardot, mangas globo y un ajustado corsé que llevaba flores bordadas en 3D. El tercero es todo un misterio...