Elvira, una niña con síndrome down, enamora a todos en ‘Cámbiame’

En el titular que sirve de presentación a los candidatos al cambio se leía que estos deseaban romper las normas. Esto ha excitado sobremanera a los tres estilistas de ‘Cámbiame’, algo rebeldes y deseosos de nuevos retos. No se esperaban que tras la puerta estuviera aguardando Toñi, una guapa ferianta, de cuya mano, agarrada firmemente, iba su hija, Elvira, una niña con pelo tipo Rapunzel y con trisomía en el par 23 de sus cromosomas. Elvira tenía síndrome de down.

Madre e hija querían romper las reglas porque sabían perfectamente que las del programa no permiten que se presenten menores. Pero el caso de esta niña de 10 años era diferente. ¡Se trataba de la mayor fan del espacio! Tenían que hacer algo… así que se han saltado las normas a la torera y Toñi, ya que estaba, también ha pedido un cambio para ella, madre de 3 niños, trabajando en una caseta de feria, y con ganas de verse renovada, por ella y por su familia. “Me parece que tú eres una mamá muy chula”, decía Pelayo, con los ojos brillantes tras escuchar la historia de esas dos mujeres que tenía delante, pero tratando de mantener ese aire de tipo duro. Todo fachada. Porque por dentro los tres estaban conmovidos por la ternura de esa madre y esa hija, que era un terremoto puro a pesar de su marcapasos y de las 5 operaciones de corazón que llevaba a sus espaldas.

Los tres querían cambiarlas, pero Elvira tenía la última palabra. “Natalia”, decía tímida, y la canaria se tiraba al suelo y se abrazaba a la niña, ilusionadísima por que la hubiera escogido.

La de la melena cuadrada y eterno flequillo, ha tenido tiempo para conocer mejor la historia de Toñi y su hija, de quien no supo que tenía síndrome down hasta que nació. “Lo oí en el paritorio. Me habían hecho todas las pruebas y habían salido negativas”. Ahora confiesa que no podría vivir sin ella, que llena de alegría las vidas de todos sus familiares y compañeros del cole. Porque Elvira es de las ‘popu’ de clase. Tiene un montón de amigos con los que juega a ‘Cámbiame’ cada día.

Natalia ha preparado para la madre y la hija dos looks a juego, como los que llevan muchas celebridades. Decía que Toñi se merecía “ser un poco más niñata, y Elvira algo más señorita coqueta a sus 10 años”. Y ahí estaban las dos, con sus trenzas, sus bombers rosa, faldas de rayas y camisetas amarillas. Perfectamente compenetradas y a la moda. La niña se miraba y remiraba en el espejo, gustándose más que nunca, mientras que su madre, emocionada atesoraba cada instante de uno de los momentos más felices de la vida de su pequeña. Y, por consiguiente, también de la suya.