Esta tarde tocaba corrida de toros goyesca en Antequera, pero antes de partir a cumplir con la obligación, ‘El Cordobés’ y su familia se ponía en forma en una mañana de mucho deporte, risas y, sobre todo, cariño.
Triana y Virginia se han ‘machacado’ al lado del diestro, que lleva una rutina deportiva de lo más seria. La venezolana y su marido han recocido en numerosas ocasiones y hasta lo han compartido en redes que suelen entrenar juntos. Las mañanas son para cuidar el cuerpo, mantenerse ágiles y en óptimo estado de salud. De hecho, hasta han incorporado en su casa en el campo un completo gimnasio en el que sudan la gota gorda. Pero si tienen ocasión, prefieren practicar deporte al aire libre, que además de resultar mucho más sano y motivador, es infinitamente más divertido.
En este ambiente dedicado a cultivar el cuerpo, que es el templo del alma, están creciendo Triana y Manu, así que es normal que los niños incorporen la actividad física a una más de sus rutinas, hasta el punto que ellos también participan en los entrenamientos de sus padres. Hoy, la que ha madrugado para poner a sus músculos en funcionamiento ha sido la menor. Triana, a sus 10 años se entrega tanto o más a los ‘push-ups’ que su famoso padre.
Esta semana ha sido difícil para la familia. Virginia tuvo que marcharse a su Venezuela natal para despedir a su padre. Su progenitor había muerto de manera repentina y tuvo que hacer el viaje sola. Mientras, en España, se quedaba Manuel al cargo de los dos hijos del matrimonio. A pesar del durísimo varapalo emocional, Virgina parece ir recuperándose poco a poco, sabe que el recuerdo de su padre jamás le abandonará y que tiene una familia por la que tiene que luchar y no abandonarse a la melancolía y la tristeza. Fuerza, Virginia.