El álbum inédito de la boda de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco
Se cumplen 60 años del enlace y Alberto II de Mónaco hace públicas nuevas fotos de aquella jornada histórica del 19 de abril de 1956
Actualizado a 20 de abril de 2016, 22:15
Archivo Palacio de Mónaco
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Momentos de intimidad de una futura princesa
Grace Kelly compartiendo los momentos previos a su boda con su comitiva. La princesa contó con siete damas de honor y seis pajes todos vestidos en color amarillo pastel. Su hermana Peggy fue una de sus damas de honor.
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Bajando la escalinata de mármol del Palacio de Real
Grace Kelly y Rainiero de Mónaco se casaron por la iglesia el 19 de abril de 1956. La actriz llevó un vestido elaborado por la diseñadora americana Helen Rose, inspiración de otros vestidos reales, como el que lució Kate Middleton en su boda con el príncipe Guillermo. El diseño llevaba perlas encastadas y estaba hecho de encaje de Bruselas, contaba con una cola de 20 metros y 90 metros de velo. Se necesitaron 36 costureras para confeccionarlo.
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La comitiva de la novia monegasca
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Camino de la Catedral de San Nicolás
La comitiva real partía del Palacio Real. La boda religiosa se ofició en la Catedral de Mónaco, conocida como la Catedral de San Nicolás, a la que la princesa llegó del brazo de su padre, John Brendan Kelly.
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Grace Kelly, una mujer muy cercana y espontánea
Esta instantánea muestra la cercanía y calidez de la actriz, quien estaba protagonizando su propio cuento de hadas, pero sin dejar de repasar con su comitiva el papel de todos en ese día tan importante.
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En los soportales del Palacio Real con sus damas de honor y sus pajes
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Un enlace con más de 600 invitados
Les dieron la espalda las grandes monarquías europeas, pero aún así fue un enlace multitudinario con más de 600 invitados, entre los que se encontraban Aristóteles Onassis, Conrad Hilton, Ava Gardner y Gloria Swanson.
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Los novios en el altar
Como mandan las costumbres monegascas, la princesa llegó antes que el novio a la Catedral de San Nicolás.
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Intercambio de anillos
Muy nervioso, Rainieiro tuvo que ser asistido por su ya esposa durante el intercambio de anillos aquel 19 de abril de 1956.
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Convertidos en marido y mujer
Los novios bajando por la escalinata de la Catedral de Mónaco ya como marido y mujer y flanqueados por la guardia militar. A partir de aquel momento, Grace Kelly recibía el título de Su Alteza Serenísima Princesa consorte de Mónaco. La pareja subía a un Rolls-Royce desde el que pasearon por las calles engalanadas con lilas y saludaron a sus súbditos.
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Un novia bellísima
Grace Kelly estaba espectacular con el icónico diseño de Helen Rose. Cumpliendo con la tradición, y tras la ceremonia, la princesa le ofreció el ramo a Santa Devota, patrona del Principado.
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Rainiero y Grace Kelly, la viva imagen de la felicidad
Gracias a estas nuevas fotos publicadas por el Palacio de Mónaco hemos podido conocer los pequeños detalles alrededor de una de las bodas más importantes del S. XX. Muchas de estas preciosas instantáneas fueron tomadas por amigos y familiares de la pareja.
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El banquete
Los fastos del 19 de abril tuvieron más de 600 invitados. El menú estaba compuesto por caviar, salmón, pollo, huevos en gelatina, langosta fría y pollo. La tarta nupcial era de seis pisos con motivos de la historia de Mónaco.
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La ceremonia civil
Un día antes del enlace religioso, el 18 de abril, Grace y Rainiero celebraron en uno de los salones del Palacio de Mónaco y de forma íntima la boda civil.
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Acta de boda civil
Estas nuevas imágenes nos han dejado ver incluso el acta que firmaron hace 60 años los príncipes monegascos en su boda civil.
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No estaban serios, estaban nerviosos
Era tal la emoción que los nervios les hicieron pasar algún que otro mal rato, sobre todo a Rainiero, muy serio y casi sin poder disfrutar del trascendental momento que estaba viviendo con el amor de su vida. Grace Kelly apostó también en esta ocasión con un diseño de Helen Rose en dos piezas.
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Brindis en petite comitè
La boda civil contó con una sencilla recepción con champán y un convite con invitados.
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Convite de la boda civil
Rainiero y Grace Kelly en la mesa presidencial del convite de su boda civil el 18 de abril de 1956.
Fue una de aquellas bodas por AMOR, con mayúsculas, cuando aún los príncipes y las princesas eran protagonistas de cuentos de hadas. Al menos, es la idea que despiertan estas fotos y la historia que se esconde detrás de ella.
Grace Kelly, una de las musas de Alfred Hitchcock, dejaba su prometedora carrera en Hollywood, tras conocer durante un rodaje en 1955 al príncipe Rainiero y enamorarse perdidamente de él. Aunque la rancia realeza europea les dio la espalda, porque no veían con buenos ojos que Rainiero se casara con una actriz, la pareja se dio el 'Sí, quiero' el 19 de abril de 1956. Sí, no estuvieron los representantes de las más importantes Casas Reales del mundo, pero acudieron miembros de lo que podría considerarse la "nueva realeza". Fue una boda con y de 'celebrities', amigos de Kelly, que quisieron arroparla y vivir los fastos de una boda real en primera persona, como Gloria Swanson, Ava Gardner, Conrad Hilton (abuelo de Paris Hilton) y Aristóteles Onassis. Todo el pueblo monegasco se volcó con sus príncipes, que habían celebrado una boda civil y sencilla el día anterior. Aquel día Grace Kelly se convertía en Su Alteza Serenísima Princesa consorte de Mónaco.
Un año después del enlace, nacía su primera hija, Carolina, a quien siguieron Alberto y Carolina. El príncipe Alberto ha querido conmemorar el 60 aniversario de aquella fecha histórica para el Principado liberando nuevas fotos del álbum de boda de sus padres, de la que podemos decir sin equivocarnos que fueron una de las nupcias más importantes y glamurosas del S. XX, y que no han sido superadas después de todas estas décadas.