Edurne visita 'El Hormiguero' y destapamos la manía que pone de los nervios a sus amigos

Edurne (37 años) vuelve a 'El Hormiguero'. La cantante visita a Pablo Motos y sus hormigas para presentar su nueva canción, 'Fresas y champán'. La estrenó hace apenas unos días como adelante de su próximo disco. Ya acumula miles de visitas, pero también es la excusa perfecta para volver a ver a la artista que los espectadores descubrieron en la cuarta edición de 'Operación Triunfo'. Su interés por la música nació cuando apenas era una niña. A los 7 años ya dejó cuenta de ello. Ahora, una treintena después, cuenta con siete discos publicados y una trayectoria profesional que sigue in crescendo. Pero puede que Trancas y Barrancas quieran saber más sobre el lado friki de la cantante y compositora.

Es friki. No se esconde. Una muestra de ello es que Edurne tenía hace un año tres paredes llenas de funkos en la casa que comparte con su marido, el futbolista David de Gea, y su hija Yanay. Puede que esa extensión haya aumentado en estos últimos meses. Todo empezó como algo anecdótico. "A mí me regalaron uno de Rapunzel", confesó en 'Estirando el chicle'. Después llegaron otros dos (también regalados), uno de 'Juego de Tronos' y otro del que no recuerda la temática. "Ya tenía tres así que dije: 'Que bien quedan juntos'", añadió. Poco a poco, su colección fue creciendo. Sumó algunos correspondientes a películas antiguas como 'Dentro del laberinto' o 'La princesa prometida'.

En el momento de la entrevista, la cantante tenía más de 600 funkos en casa. "Mientras tenga espacio, seguiré acumulando", confesó. Entre sus favoritos está uno del Capitán Garfio con el cocodrilo. Porque sí, Edurne también es una fiel seguidora de Disney. 'Enredados' puede ser su película favorita, pero también 'Up' o 'Buscando a Nemo'. "Más de las últimas, sobre todo a partir de 'Mérida'. Las antiguas también me gustan, pero ya está bien de buscar solo el amor del príncipe", reflexionó. Pero esto no es lo que saca de quicio a sus familiares y amigos más cercanos.

"Luego juegas a juegos de mesa y como no ganes, te enfadas y te llevas el tablero a casa", apuntaba Carolina Iglesias en el citado podcast, provocando la risa de Edurne. "Acabas de descubrir el momento en el que yo pierdo la ilusión: cuando pierdo un juego de mesa", responde. Esto no es solo cosa de tableros. "Soy muy buena jugadora y cuando pierdo, me frustro", dijo confesando que es "muy de escape rooms". La cifra de las salas a las que ha ido supera el centenar. "Es una locura. Cuando me da por algo, me da. Como viajo tanto en Manchester, aprovecho que allí hay muchas. Que de repente tengo que hacer una firma o una actuación en dónde sea, pues aprovecho", aseguró.

Confiesa que es de las mandonas: "No me gusta perderme ningún detalle". También tiene palabras para aquellos que lo hacen 'solo' por pasar el rato: "Pues que lo pasen con otro. Yo quiero competir y ganar a alguien que quiere ganar". Ha discutido con algunos de sus amigos por su comportamiento en los escape rooms. "Una frase que digo muchas veces es que lo que pasa en la escape room, se queda en la escape room. Porque a veces, te desesperas y...". Incluso se atreve con los de temática de terror. "Me he dado cuenta de que el miedo me paraliza y de que te rías más que pasar miedo", añadió.

Si a los funkos y a los escape rooms le sumamos que durante su infancia compartió e intercambió cartas coleccionables o que no hay estreno de Disney que se pierda, se puede decir que Edurne es una friki orgullosa. La cantante trata siempre de tener una buena actitud y ser positiva, incluso cuando recibe un bombardeo de críticas (como en 2015 cuando interpretó 'Amanecer' en Eurovisión). Ha disfrutado de proyectos tan dispares como ser jurado de 'Got Talent' y poner voz a la banda sonora de un éxito como fue 'Yo soy Bea'. "La canción que no era mi estilo pero estuve mucho tiempo cantándola en mis conciertos. La gente la pedía", respondió. A todo esto y a sus siete álbumes de estudio hay que sumarle que ha escrito un libro, ha tenido a su preciosa Yanay y ha plantado un árbol.