Después de una semana siendo objetivo de las críticas del círculo cercano a Podemos y a Pablo Iglesias, Tamara Falcó ha encontrado a su mayor apoyo en su hermano Duarte. El hijo del Marqués de Griñón y de Fátima de la Cierva es un joven de fuertes convicciones religiosas como su hermana, y ha querido romper una lanza a su favor.
La hija de Isabel Preysler abandonaba su candidez y se encendía al escuchar al político Pablo Iglesias que la televisión pública no era el espacio más adecuado para "ritos religiosos", apuntando a que la misa retransmitida de los domingos debía desaparecer de la parrilla. Tamara llamaba a las 'armas' desde las redes sociales e instaba a sus seguidores a sintonizar el espacio religioso. "Para que Pablo Iglesias no nos quite la Misa de TVE2 los Domingos enciende la tele y sintoniza el canal ¡AHORA!", escribía en Instagram mientras le llovían las críticas de sectores más progresistas.
Duarte, que es vicepresidente de la fundación conservadora Más Vida, dice que su hermana es "una persona muy fuerte que sabe sobreponerse ante las criticas y, ademas, la fe la ayudará".
El joven también ha querido hablar de las declaraciones de su hermana sobre su deseo de hacerse monja. Para el hijo de Carlos Falcó, se han tergiversado las palabras de su hermana. "Lo que ella quería decir es que no lo descartaba. En esta vida no hay que cerrarle las puertas a lo bueno, a lo malo sí", dice. Aún así, matiza: "No me extrañaría porque la fe es algo tan misterioso que podría pasarle a mi hermana. Hay casos de conversión como el de mi hermana, que nació en un entorno que tampoco era excesivamente religioso, pero los hay todavía mucho más impactantes de gente totalmente radical en contra de la religión que luego se acaba convirtiendo. Si gente de la droga y del mundo de la delincuencia y demás se han convertido, ¿por qué no lo iba a hacer Pablo Iglesias?". Realmente, la fe y idiosincrasia de Tamara y de Duarte son de otro planeta.