Antes, los famosos se sometían a desintoxicaciones de sus malos hábitos. Muchas fiestas, bebida en exceso y otras sustancias que los ponían demasiado alterados, pero ahora, con el mundo 2.0 imperante lo que prima es darse un respiro de las redes sociales, desinstalarse las apps de fotos con filtros y las de microblogging. Y eso es lo que va a hacer Tamara Falcó.
“He decidido hacer un pequeño "detox" de Instragram durante un tiempo para poder estar más tranquila”, anuncia la hija de Isabel Preysler y el Marqués de Griñón. La hermana de Enrique Iglesias ha aprovechado para colgar una foto de ella de niña, cuando las cosas debían ser más fáciles, y la vida moderna no la superaba, ahora, tanta crítica y tanto odio vertido en las redes parece haber podido con un alma tan blanca como la suya.
A partir de ahora, si alguien quiere socializar con ella tendrá que hacerlo a la antigua usanza: llamándola por teléfono o quedando para tomar un café y así ponerse al día. Tamara pasa de las etiquetas y de los trending topic, pues ha optado por ser el tema tendencia de su propia vida.
Falcó nunca ha estado ajena a las polémicas. Sus declaraciones siempre iban acompañadas de algunos ecos jocosos, nunca para reírse de ella, sino con ella, con su naturalidad, desparpajo y ternura, esos que continúan maravillándonos y sorprendiéndonos que venga de una descendiente de la pluscuanperfección hecha carne, esta es, Isabel Preysler. Quizás, desde que tiene redes sociales, estas polémicas se han acrecentado y, además, las redes se han convertido en un vehículo más a través de los que los ‘trolls’ campan a sus anchas con la tranquilidad que brinda el anonimato. La purece de Tamara no está hecha para ellos.