La dramática historia que ha sufrido Manolo 'el del bombo' durante años

Manolo 'el del bombo' se convirtió en el animador de la selección española de fútbol más emblemático. Ahora, con motivo de la Eurocopa 2024, estrena nuevo bombo

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Manolo el del bombo
Gtres

No hay partido de la selección española de fútbol sin Manolo 'el del bombo'. No es un simple aficionado. Se ha convertido en uno de los mayores emblemas de la Selección española. Les acompaña allá dónde van. No importan los convocados ni los rivales. Lo que cuenta es la pasión con la que sigue todos y cada uno de los partidos. Lo hace desde hace ya más de 40 años. Casi siempre lleva el mismo atuendo, uno compuesto por una boina, un cachirulo, una camiseta de España y su caracterísitico bombo. Por eso, el diario británico 'The Guardian' le denominó como el "aficionado español más famoso del mundo" en 2012. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.  

"Que te conozca todo el mundo es muy bonito, ¿sabes? Yo soy un animador más, pero comprendo que la gente te quiera. Es lo que te anima a seguir, porque si la gente no te quisiera, te cansarías", explicaba Manolo a 'Revelo' durante la Eurocopa 2024. "Que yo lo he pasado muy mal con España porque a veces íbamos al extranjero y en muchos países estaba yo solo; en Lituania, en Chipre… Pero eso es un orgullo. La selección para mí es lo máximo. Estoy muy contento de lo que he hecho, y no he tenido problemas en ningún sitio", añadía.

Lo que Manolo hace es muy sacrificado. Viajá allá donde La Roja tiene un partido sin importar cuándo ni cómo. A sus 74 años el físico se cobra las facturas. El andar ya no es tan fácil y el tono de voz se va perdiendo. La ilusión la mantiene y eso que, cómo él mismo reconoce en el citado medio, por el fútbol lo ha perdido todo: "Familia y dinero". No comprendían que dejara todo para seguir a La Roja. "He ganado dinero, pero me lo he gastado todo por el fútbol. Millones, millones de pesetas... Y lo volvería a hacer. Date cuenta que me iba a muchos partidos y dejaba el bar cerrado. O si había Mundiales y tal lo dejaba con los camareros y camareras".

Manolo regentaba un bar frente a Mestalla, uno que descuidaba cada vez que se iba tras La Roja. Eso sí, lo había transformado en un museo del fútbol. Por suerte, siempre había encontrado quien le echara una mano para poder sobrellevarlo. Hasta que se vio obligado a cerrar de forma temporal en 2011, después de 21 años, con la entrada de la Ley Antitabaco. Consiguió reabrirlo y recuperar la normalidad. Hasta la pandemia. "Estoy sin ingresos porque el bar está cerrado, 800 euros de pensión y 420 de hipoteca. Estoy en una situación económica muy mala. He perdido mucho dinero estos últimos meses por no poder abrir", relató entonces a la emisora 'CV Radio'.

De eso, ha pasado un tiempo. Ahora, en su día a día no hay gritos ni bombos. Reside en un aparamente en Moncófar, Castellón. Vive solo con una ajustada pensión de 960 euros. Ese dinero es para él. No tiene bar que le de dolores de cabeza. Sus hijos ya están mayores y no necesitan ayuda económica. Además, se siente muy afortunado porque encontró, a diferencia de muchos españoles, un alquiler más que asequible gracias a un conocido. "Él tiene un apartamento aquí con su mujer y me presentó a unos amigos, y me consiguieron un apartamento por 225 euros", explica en 'Relevo'. Parece que la historia de Manolo, por suerte, ha cambiado. 

¿Quién es Manolo 'el del bombo'?

El verdadero nombre de Manolo el del Bombo es Manuel Cáceres Artesero. Nació el 15 de enero de 1949 en San Carlos del Valle, Ciudad Real. Sus primeros años los vivió en Aragón, donde empezó su pasión por el fútbol. Lo que comenzó en las gradas de clubes modestos le ha llevado a ver diez mundiales consecutivos. El primero, España 82. Hizo 15.000 kilómetros en autostop. A Catar 2022, no pudo ir. La Federación Española de Fútbol le consiguió los billetes de avión y el visado, pero no hotel, algo imprescindible para entrar en el país.

Manolo el del bombo
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"Resulta que dos días antes dejaba mi coche en Zaragoza y me iba en AVE. Me estaban esperando las peñas también. Y me dicen que si no tengo hotel, no puedo ir porque me pueden detener. Tenías que dar un hotel con dirección y todo, porque no les puedes engañar a la policía de allí, ¿sabes?", expone al citado medio.

De a cuántas Eurocopas ha ido no se acuerda. De los bombos que ha tenido, sí. Al menos más o menos. Han sido unos doce o trece. Se los han intentado comprar en los diferentes países que ha estado; incluso le han llegado a ofrecer hasta 20.000 euros por uno de ellos. Sin embargo, él no quiere hacer negocio con ellos. Prefiere regalarlos. Para la Eurocopa 2024 ha estrenado uno nuevo para poder animar con más ganas aún a La Roja en los campos alemanes.