Joaquín Sánchez (41 años) es el fichaje revelación de Antena 3. Su debut 'Joaquín, el novato' fue un éxito. Su posicionó como el mejor estreno de entretenimiento de los últimos 10 años. Tanto confía la cadena en el deportista que no ha querido dejar apenas margen. Este jueves emite otra entrega de la serie documental 'La penúltima y me voy' (Antena 3, 22:40 horas). Tras explorar aún más la cara más amable de Joaquín, los espectadores indagan en su faceta más íntima. Ya ha hablado de su boda y de lo complicado que es compaginar su vida deportista con la familiar. Esta noche se sincera sobre la relación que tuvo y tiene con Manuel Ruiz de Lopera (78 años), el que fuera presidente del Real Betis Balompié, entre 1992 y 2006.
Juntos ganaron la Copa del Rey. "A día de hoy seguimos celebrando ese título", asegura a cámara Joaquín. Muestra de ello es que el futbolista no duda en volver a levantar la réplica que Lopera tiene en su casa. El jugador siente los colores como cualquier bético, pero ese mismo sentimiento es el que no dejó que vistiera otras camisetas, como la del Real Madrid. Talento tenía de sobra. "Después de ganar la Copa del Rey, Van Gaal bajó a felicitarnos a todos, pero especialmente a Joaquín. Dijo que tenía un gran talento", comenta uno de sus compañeros de plantilla. El capitán del Betis recibió ofertas de los grandes. De hecho, estuvo a punto de fichar por el Real Madrid.
Fue en 2006, justo después ganar la Copa del Rey y darle el 'sí, quiero' a Susana Saborido. Media Europa se peleaba por Joaquín y Lopera lo sabía. Muchos clubes llamaron a la puerta del Betis preguntando por él. "Estuve a nada de firmar el contrato con el Real Madrid y pasar la revisión médica", reconoció el futbolista hace dos años a 'El larguero' (Cadena Ser). Pero entre Joaquín y Florentino Fernández se puso Manuel Ruiz de Lopera. "Fue un poco extraño. En aquella época, Lopera sabía cuáles eran mis intenciones desde el primer día. Poder jugar en un equipo como el Real Madrid era bonito. Siempre se lo transmití porque era una oportunidad muy bonita", confesó.
Pese a los deseos de Joaquín, Lopera no lo puso fácil. "El presidente del Betis hizo que fuera casi imposible llegar a un acuerdo. "Exigía una cantidad de dinero muy importante y, aparte, algo más que ya se me escapaba de las manos. Cada vez que hablábamos con Florentino decía que Don Manuel no se estaba postulando bien a la hora de traspasarme y que exigía muchas cosas que sinceramente se me escapaban", relato el propio futbolista en 'El transistor de Onda Cero'. Una de esas exigencias era que Florentino terminara el estadio Benito Villamarín, que entonces estaba aún en construcción.
Joaquín casi fue futbolista del Real Madrid y también casi lo fue del Chelsea. "Recuerdo subir en mi coche en Sevilla a Mourinho para llevarlo a casa de Manuel Ruiz de Lopera. El fichaje por el Chelsea estaba hecho. Eran 36 millones de euros para el club más otros tres por un amistoso y seis por temporada para Joaquín, que firmaría cinco años. Yo me llevaría tres millones de euros y Jorge Mendes otros tres por la operación", contó Aurelio Sánchez, padre del futbolista y representante suyo en aquella época, a 'El Español'. Pero tampoco cuajó la operación. A dónde sí viajó fue hasta Valencia, y para en ese traspaso también hubo salseo.
La operación estaba casi cerrada, pero un día antes del primer partido de liga, Lopera paró el traspaso y mandó a Joaquín al Albacete Calompié cedido. El gaditano viajó hasta la ciudad deportiva del equipo manchego, pero terminó firmando con el Valencia por 25 millones de euros.
Joaquín sueña con ser futbolista desde niño
Recuerda con nostalgia cómo llegó al club verdiblanco. "Yo era solo un crío cuando hice las pruebas del Betis", confiesa. Le cogieron, y cada día tenía que salir una hora antes del colegio para poder coger a tiempo el tren. "Iba corriendo a mi casa. Cogía la comida y me iba para el tren. Cuando me mantaba, ya había otros niños que venía de San Fernando. Nos íbamos juntamos unos cuantos y cuando llegábamos a la parada. Nos bájamos e íbamos andando al campo", comenta. Cada trayecto era de poco más de una hora. Todo por entrenar con el Betis. Pero, sobre todo, tiene vivo el recuerdo del momento en el que Fernando Vázquez le comunica que cuenta con él para el primer equipo.“Me cambió la vida por completo”, reconoce Joaquín, con los pelos de punta.