El detallazo de David De Gea con Edurne en 'Got Talent'

Durante uno de los descansos de la tercera gala de 'Got Talent', Santi Millán salió al escenario con algo entre las manos que hizo que Edurne se quedara con la boca abierta. ¿Qué era?

El presentador del programa apareció con un ramo debajo del brazo (que no un pan, como los niños) y dijo: "Tengo doce rosas y son para alguno de los aquí presentes". ¡Qué nervios!

Con cara de "que sean para mí, que sean para mí", la humorista y miembro del jurado miraba de reojo a Santi Millán. "¿Para quién serán?", se preguntaba.

Antes de que Santi Millán desvelara el misterio, Jorge Javier aseguró que no era para él porque no le gustan las rosas "y menos las rojas" y Risto dijo que él ya tiene "una flor en casa". ¡Olé qué bonito!

... ¡Edurne! Con un gesto de que subiera al escenario, Santi Millán le indicó a la cantante que alguien "muy especial" le había enviado este detallazo.

Aunque estaba claro (o no, la verdad es que con estas cosas nunca se sabe), Santi no se lo puso fácil a la cantante y le hizo esperar hasta que abriese la tarjeta que venía con el ramo para conocer quien era el admirador que se escondía tras él.

Tras abrir la tarjeta, Edurne no pudo más que decir: "Ains, son de David. Si es que...". ¡Ay, nena! Qué suerte tienes con este chico. Le manda flores al trabajo. ¡Queremos ser la cantante!

Ya que David no estaba en ese momento para darle un achuchón y un beso para darle las gracias, Edurne se abrazó al ramo y lo olió intensamente. Momentazo romántico (aunque sea en la distancia) y emotivo donde los haya.

Claro amiga. La misma cara que estás poniendo tú es la que teníamos todos desde el sofá de nuestras casas. Igualita que la que pones cuando vuelves a ver 'El Diario de Noa' o 'Love Actually'.

Aunque no lo digan, Risto, Jorge Javier y Eva tuvieron un poquito de envidia. Vale, seguro que de la sana, pero envidia la fin y al cabo. "¡Ay qué bonito detalle", le oímos decir a Eva cuando Edurne volvió junto a ellos.

"Si es que es un amor. Le quiero mucho", dijo Edurne cuando estaba sentada ya otra vez en la mesa del jurado. Eso sí, el ramo era suyo y no se lo iba a dejar a nadie.

Las cosas como son. El resto del programa ya no fue lo mismo para Edurne quien lució un permanente brillo en la mirada. ¡No era para menos!