Jorge Javier Vázquez

Jorge Javier Vázquez

Risto Mejide

‘Got Talent’ me costó la amistad con Risto Mejide

Se asombraron algunos compañeros del desencuentro que tuvimos Risto y yo en un programa y titularon lo artículos correspondientes con ‘Tremenda bronca’ y similares. A mí no me pareció para tanto. Supongo que a los redactores tampoco, pero en esta era digital en la que es imprescindible llamar la atención para conseguir que lean el artículo se tira demasiado del tremendismo. Las broncas son tremendas, las declaraciones vergonzosas, los fracasos estrepitosos y los éxitos han dejado de existir. No venden. Al menos hasta hoy, porque almuerzo con el director de un conocido portal y me confiesa que las grandes marcas publicitarias no quieren invertir en lugares que solo ofrezcan noticias negativas. Pero a lo que iba. El caso es que durante las grabaciones de las audiciones sí que hubo bronca heavy entre Risto y yo. Muy heavy. Tanto que nos dejamos de hablar durante algún tiempo. Cosa que, por un lado, me gusta porque significa que vivo con pasión mi profesión. Y por otro, no me hace tanta gracia porque creo que ya soy mayorcito para llevarme esos sofocones.

Pero vayamos con la historia. Grabamos las audiciones durante dos semanas de julio y dos semanas de agosto. Muchas horas seguidas, finalizada ya la temporada, con mucho cansancio acumulado. Ahora, echo la vista atrás y tampoco sé muy bien lo que me llevó a saltar. O sí lo sé, pero tampoco quiero incidir en ello porque Risto tendrá su versión, yo la mía y la verdadera será la mezcla de las dos. El caso es que, a cuatro días de acabar las audiciones, más cerca de las once de la noche que de las diez, apareció una actuación que no era nada del otro jueves. Del montón, vamos. A la hora de evaluar, yo dije una chorrada porque no me salió decir otra cosa, Risto me replicó de una manera que me sacó de mis casillas, apareció mi vena flamencona, y le canté las cuarenta. Durante mi perorata prometí no volver a dirigirle la palabra durante los días que nos quedasen de programa y acabamos la noche como buenamente pudimos.