Para la resolución del caso de Daniel Sancho (29 años) queda mucho. En primer lugar, porque aún la policía tailandesa no ha enviado el informe a la fiscalía con todas las conclusiones a las que han llegado tras sus investigaciones. En segundo lugar, porque aún no existe una fecha oficial para el juicio, aunque se estima que pueda ser a principios de enero del año próximo si no existe un cambie de actitud en la colaboración que está realizando el hijo de Silvia Bronchalo (48 años).
No obstante, esa actitud del cocinero español ha estado muy bien estudiada desde el principio, ya que es consciente en todo momento de que todo lo que diga y haga marcará su futuro vital, pues de ello puede depender la condena a la que sea sometido en el juzgado. De hecho, en las propias recreaciones que ha tenido que hacer el hijo de Rodolfo Sancho (48 años) tras el presunto asesinato y posterior descuartizamiento de Edwin Arrieta (44 años) se aprecia cómo les recuerda a los agentes que está colaborando con ellos para que le concedan la realización de algunas peticiones.
La estrategia de Daniel Sancho
El programa de LaSexta ‘Equipo de investigación’ ha querido contar con la presencia de un abogado penalista internacional que ha desgranado los pasos que ha ido llevando el chef en Tailandia. El mismo día que Daniel fue detenido ya mostró su pesar porque el crimen macabro sucediese en el país asiático. “Solo quiero decir que siento que esto haya pasado en Tailandia”, manifestaba cuando todavía no sabíamos apenas nada del caso y de todo lo que estaba por venir.
“Siento hacer esto a vuestro país”, declaraba nervioso ante las cámaras que comenzaban a agolparse alrededor del joven español. “Siempre he amado Tailandia. Lo siento mucho”, apostillaba en su intervención. De esta manera, empezaba a ser consciente de que estas palabras podrían beneficiarle en un futuro, sin haber si quiera hablado antes con un abogado que le aconsejase semejante decisión, tal y como acabarían haciendo tiempo después los padres del condenado en su beneficio.
La explicación de la estrategia de Daniel Sancho
El abogado Ignacio Fúster-Fabra tiene claro que el nieto de Sancho Gracia pide perdón porque “es consciente una vez que ha visto cómo se han desarrollado los primeros momentos de la investigación policial, de que el ADN le señala”. Además, el hijo del intérprete de El ministerio del tiempo es conocedor también de que dicha actitud colaborativa le va a beneficiar en un futuro de cara al juicio y por ello lo recalca en determinadas ocasiones durante las distintas reconstrucciones del crimen.
Por otro lado, Ignacio ha explicado que Daniel “se da cuenta de que no tiene escapatoria”, de ahí su actitud con el tratamiento de la policía. “Entiende que lo mejor es posicionarse al lado de las autoridades tailandesas”, añade. De este modo, su posicionamiento también beneficiaría a lo que la policía acabase extrayendo como conclusiones para ese informe que, a día de hoy, aún no tienen concluido, puesto que siguen recabando pruebas.
Sin embargo, el experto en este tipo de temas se muestra muy tajante en el citado programa al hablar sobre la explicación o el motivo que podría haber llevado a Daniel a actuar así. “Es una estrategia de suavizar la relación obviamente con las autoridades policiales”, zanja Ignacio. Así sale a la luz la principal meta que habría impulsado a Daniel a mostrar dicha actitud desde el primer momento, todo con vistas a una posible rebaja de la condena en su juicio.
La reconstrucción del crimen de Daniel Sancho
Durante todo el mes de agosto se había especulado con todo lo que habría podido suceder con el caso del cocinero español. Sin embargo, no habíamos visto ninguna reconstrucción del presunto crimen sobre el médico colombiano, ya que se había filtrado que existían hasta cuatro recreaciones que la policía tailandesa le había obligado a realizar al chef. A primeros de septiembre pudimos ver en exclusiva imágenes en movimiento de Daniel, explicando cómo cometió el asesinato.
Podíamos ver al hijo del actor detallando cada paso que dio aquel día a la policía, la cual incluso le quita las esposas para que pueda tener mayor margen de movimiento y explicarlo todo mejor. “Me levanté, el retrocedió hacia atrás y yo empecé a hablar más gesticulando. Y cogí fuerza hacia atrás y le pegué un puñetazo (en la mandíbula)”, comenzaba diciendo en aquella escena del crimen repleta de personas, hasta diez se podían contar.
“Lo tenía contra el baño. Así, entonces, él me agarro, me mordió. Yo lo levanté del suelo y lo golpeé otra vez (contra la esquina del baño). Luego se quedó inconsciente, todo estaba lleno de sangre en poco tiempo, yo salí del lavabo”, proseguía. Tras esto pasó a detallar cómo llevó al colombiano hasta la ducha. “Le puse la cabeza aquí (apoyada en la pared de la ducha) y la encendí para que corriera el agua porque había mucha sangre. Puse el agua caliente para que la sangre no se coagulase y no se pegase. Entonces lo dejé ahí”, explicaba ante la atenta mirada de las autoridades tailandesas para proceder a explicar la forma en que se deshizo del cuerpo y lo fue metiendo en bolsas.